En la navegación interior holandesa, los gases tóxicos se descargan en cientos de metros cúbicos a la vez. El periodista de investigación Karlijn Kuijpers subió a bordo con un patrón y se enteró de la industria de miles de millones de dólares con vapores cancerígenos. En Bélgica y Alemania está prohibido el vertido de sustancias tóxicas. ¿Por qué no interviene el gobierno holandés?
Foto Olivier Middendorp
¿Tiene preguntas, sugerencias o ideas sobre nuestro periodismo? Entonces envíe un correo electrónico a nuestro ombudsman a [email protected]
- Presentación:
- Egberto Kalse
- Huésped:
- Carolina Kuypers
- Editorial:
- Nina van Hattum
- Editar:
- jennifer pettersson
- coordinación:
- Henk Ruigrok van der Werven