¿Cómo está revolucionando la inteligencia artificial el día a día de las profesiones jurídicas?


La inteligencia artificial plantea muchos desafíos y hay pocas industrias que no se vean afectadas por esta gran transformación. Como era de esperar, las profesiones jurídicas no se salvan. Se trata de abogados, notarios, jueces y juristas, la mayoría de las profesiones. Utilizando sus algoritmos, las herramientas de inteligencia artificial permiten, por ejemplo, reportar datos más fácilmente. Aceleran la investigación sobre jurisprudencia, doctrinas o textos jurídicos. Con las palabras clave adecuadas, un problema se puede resolver muy rápidamente.

Encontrar la complementariedad adecuada entre la IA y los humanos

El auge de la inteligencia artificial en el sector jurídico no significa que los humanos ya no tengan valor añadido. Afortunadamente no estamos en esa etapa. Por el contrario, se puede encontrar complementariedad. El conocimiento y el silogismo jurídico son difíciles de sustituir por la máquina. Según la mayoría de los expertos en ciencias cognitivas, el rendimiento de la IA aún está lejos del de los humanos. Por otro lado, hay novedades que no se deben negar: por ejemplo, es posible encontrar una notario en línea o un abogado en una plataforma web dedicada.

Además, la automatización y digitalización de muchas tareas están transformando el día a día de los profesionales del Derecho. Todo esto tiene un impacto directo en la evolución de las profesiones jurídicas y plantea interrogantes sobre la gestión de las organizaciones jurídicas. La profesión de juez también está preocupada: los temores de los observadores se refieren en particular a la resolución de un litigio mediante el algoritmo. Si se realizan pruebas en este caso específico, los primeros resultados muestran que la intervención humana sigue siendo esencial.

Un evidente ahorro de tiempo para las profesiones jurídicas

Sin embargo, la inteligencia artificial puede utilizarse para mejorar el funcionamiento operativo de la justicia, en particular en la transcripción automática de los procedimientos. Hace unos años, por ejemplo, los notarios lanzaron VictorIA, un proyecto de inteligencia artificial liderado por la Chambre des Notaires de París. El objetivo de este algoritmo fue clasificar e identificar datos notariales para gestionar transferencias de activos inmobiliarios. Fue un éxito y una forma clara de avanzar en la profesión.

En 2024, está claro que gracias a la inteligencia artificial, notarios y abogados podrán ahorrar mucho tiempo en la gestión de sus clientes. La extracción automática de contenidos relevantes de una base de datos puede permitirles, en particular, ganar eficiencia para concentrarse en su competencia principal: seguridad jurídica, proximidad a sus clientes y dominio de la legislación vigente.

En resumen, como en la mayoría de las profesiones, la inteligencia artificial es a la vez un desafío y una oportunidad para las profesiones jurídicas. Vemos que la IA puede contribuir a cierta “inteligencia jurídica”. Por otro lado, existe la necesidad de mantener la intervención humana para garantizar la imparcialidad y la ética en el ámbito jurídico. Una cosa es segura: los notarios, abogados y jueces verán transformarse su profesión en los próximos años.



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