El patriarca Kirill (76), líder de la Iglesia ortodoxa rusa y un importante aliado del presidente ruso Vladimir Putin, trabajó como espía para la KGB en Suiza en la década de 1970 y parece haber llevado una vida libertina. Así lo escribe el diario suizo ‘Tages-Anzeiger’, que da detalles sobre lo ocurrido entonces.
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