Estos son dos trastornos que tienen causas y síntomas específicos. E implican diferentes intervenciones; desde la cirugía hasta la técnica conservadora. Descubre las diferencias…
Incluso si ocurren en la misma parte del cuerpo, es decir, la ingle, lahernia inguinal y pips (Síndrome de dolor inguinal púbico) son dos trastornos diferentes, cada uno de los cuales tiene causas y síntomas específicos y para los cuales están destinados diferentes terapias. A pesar de ello, lamentablemente todavía hoy se confunden y quienes la padecen resultan sometidos a tratamientos inadecuados, que no sólo no solucionan los problemas, sino que incluso empeoran la situación.
causas y síntomas de la hernia inguinal
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Una hernia inguinal consiste en la protrusión de parte delintestino en la zona de la ingle. Considerablemente más frecuente en los hombres por razones anatómicas, este problema no es consecuencia – como muchos todavía creen – de un esfuerzo físico intenso, sino de una fragilidad constitucional de los tejidos conectivos del abdomen. Inicialmente de tamaño pequeño, a medida que pasa el tiempo la hernia tiende a crecer y hacerse cada vez más evidente. “Cuando es pequeña, la hernia causa principalmente dolor, ardor y sensación de peso en la ingle. Normalmente, la incomodidad se siente especialmente al estar de pie o sentado. Por lo general, estos síntomas preceden a cualquier hinchazón”, explica el Profesor Giampiero Campanelli, director del Centro de Hernias de la Casa di Cura La Madonnina de Milán y jefe del servicio de Cirugía General Día y Semana del Hospital Irccs Galeazzi-Sant’Ambrogio de la capital de Lombardía y profesor titular de Cirugía en la Universidad de Insubria ( Varese). Paradójicamente, cuanto más grande es la hernia, menos molestias causa.
causas y síntomas de las pepitas
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Aunque se llama “hernia deportiva”, Pips es muy diferente de una hernia inguinal. En primer lugar, En realidad no es una hernia, ya que no hay nada que sobresalga de la pared abdominal. En la raíz de este problema están el engrosamiento y tensión excesiva de los tendones delaductor y el músculo recto. Quienes lo padecen advierten dolor en la ingle y el pubis, que tiende a aparecer al tacto, especialmente cuando doblas o levantas las piernas mientras estás acostado y después de realizar actividad física. “Simplificando, podríamos decir que los Pips se pueden escuchar pero no ver., mientras que la hernia inguinal se puede palpar y ver”, resume el profesor Campanelli. En caso de molestias en la ingle, la primera prueba a la que se recomienda someterse esultrasonido abdominal. “A veces, en presencia de Pips, de este control surge una hernia muy pequeña que no es la causa de las molestias denunciadas. La operación, por tanto, no sería necesaria, pero lamentablemente en algunas circunstancias se realiza de todos modos”, continúa el experto. En tales circunstancias no sólo no se obtiene ningún beneficio, sino que la situación puede incluso empeorar porque la intervención puede dar lugar a una neuralgia crónica.
tratamiento
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De hecho, hernia inguinal Y pepitas Implican dos caminos terapéuticos diferentes. Por un lado, de hecho, El tratamiento de la hernia inguinal es puramente quirúrgico.. Cuando la hernia es sólo de un lado y no es recurrente, se puede recurrir a técnicas mínimamente invasivas bajo anestesia local, que no requiere suturas, solo un yeso; Con la operación se “cierra” el agujero en la pared abdominal con una malla. Sin embargo, si la hernia es bilateral o recurrente, entonces se utilizan. técnicas laparoscópicascon o sin la ayuda de un robot, con el que siempre se “cierra” el agujero del abdomen. Por otro lado, el tratamiento de Pips consiste principalmente en sesiones de tratamiento. fisiocinesiterapia y en ejercicios de estiramiento con el objetivo de alargar y relajar el músculo recto y el aductor, útil también en una función preventiva. “En esta frase, es recomendable suspender la actividad deportiva, que se puede reanudar una vez que las molestias hayan desaparecido”, subraya el profesor Campanelli. Desafortunadamente, estos tratamientos no siempre tienen éxito. En estos casos es necesaria una intervención quirúrgica. “Sin embargo, la operación es diferente a la de una hernia inguinal. De hecho, consiste en descompresión de los nervios del área púbica que provocan las molestias y en la inserción de una malla en la parte posterior del canal inguinal, para reforzarlo”, especifica el experto. Después de una operación de este tipo, la actividad más adecuada para recuperar la confianza en el deporte es la natación.
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