Desde BZ/dpa
Los padres con niños pequeños los conocen. Incluso las personas con piel sensible suelen utilizar toallitas húmedas, por ejemplo, para la higiene de la zona íntima. ¿Qué hay que tener en cuenta después del uso?
Las toallitas húmedas están hechas de diferentes materiales, como viscosa o celulosa. El empaque de las toallitas, que están hechas de algodón o bambú, a menudo indica que son biodegradables.
Es cierto que se trata de materias primas naturales. Sin embargo, la Asociación de Empresas Municipales (VKU) tiene una opinión diferente:
Las toallitas húmedas no deben desecharse en el contenedor de basura orgánica.
¿Realmente compostable?
Las telas, más precisamente su material de soporte, se procesan especialmente de tal manera que son resistentes al desgarro. Por lo tanto, los expertos de VKU dudan de que se descompongan de manera segura durante el compostaje. “Los materiales que no se disuelven en agua o que se disuelven muy mal no son adecuados para el contenedor de basura orgánica”.
Los paños a menudo se blanquean, se procesan químicamente y se empapan en lociones. Por lo tanto, los expertos de VKU consideran cuestionable la referencia a la supuesta biodegradabilidad y desaconsejan tirar los paños a la basura orgánica o incluso al compost.
Por cierto, tampoco suelen pertenecer al inodoro: pueden obstruir las tuberías y los plásticos que contienen pueden pasar al medio ambiente como partículas microplásticas a través de las aguas residuales.