Comentario sobre la quiebra del FC Bayern: un último disparo de advertencia

El Bayern pierde ante el Bremen por primera vez en 15 años. Un pequeño bochorno y un gran revés.

Siete (!) puntos por detrás. El Bayern está ahora a siete puntos del Bayer Leverkusen y de la cima de la clasificación de la Bundesliga. El partido en casa (0-1) contra el Werder Bremen es un revés y un aviso. Quizás el último para los campeones récord.

Antes del partido, el entrenador Thomas Tuchel destacó que había tenido una breve concentración de entrenamiento en Portugal, pero después del partido pareció molesto y dijo en una entrevista con DAZN: «No necesito decir que entrenamos bien. Nadie cree». Yo después de tal actuación.»

Al Bayern todavía le queda un partido de recuperación, el miércoles contra el Union Berlín. Si ganan, estarán “sólo” cuatro puntos por detrás. Si pierden, ni siquiera se imaginan lo que sucederá en Munich.

El Bayern está expuesto a fluctuaciones violentas

El Bayern jugó contra el Bremen de forma lenta y a veces descarada. Inofensivo delante, sobre todo en la primera parte, con enormes agujeros atrás. Las cosas solo mejoraron cuando Tuchel hizo tres cambios. Más impulso, más amenaza goleadora, pero el balón no entró.
El Werder se encontraba antes del partido en el puesto 14. ¿Acaso el Bayern pensó que el partido sería un éxito seguro?

No hace ni dos meses que el Bayern perdió 5-1 ante el Eintracht Frankfurt. Una actuación vergonzosa en todos los sentidos. Después, Múnich ganó todos los partidos oficiales, hasta que llegó Bremen y ganó un duelo directo por primera vez en 15 años.

A diferencia del Bayer Leverkusen, líder de la liga todavía invicto, el Bayern está expuesto a fluctuaciones violentas. A esto se suman las muchas preguntas abiertas sobre transferencias y nuestros propios fanáticos que se burlan del entrenador Tuchel en los carteles. Deseó más ambiente y la respuesta de los aficionados del Bayern fue: «En una curva también se vive con protestas y resistencias: ¡el entusiasmo no surge con solo presionar un botón!».

Lo que menos necesita el Bayern ahora es desacuerdo en lugar de solidaridad. Porque lo necesitan en las próximas semanas, para poder al final derribar al Leverkusen de la cima de la tabla.



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