Colchón de aire

Es un lindo día ventoso cuando voy a nadar en el mar.

De repente, un colchón de aire de plástico liviano pasa volando. Tengo que nadar muy rápido para alcanzar esa cosa.

Cuando finalmente lo agarro y nado de regreso a la orilla con él, un niño pequeño se me acerca, me arrebata el colchón de aire de la mano y dice: «Dámelo, es mío».

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