El director del torneo de EM, Philipp Lahm, comparó al principal club de fútbol francés Paris Saint-Germain con una “tienda por departamentos de lujo que exhibe las exhibiciones más valiosas que todos admiran pero que nadie puede pagar”.
Esto garantiza mucha atención y espectáculo, pero solo funciona económicamente, dijo el capitán del campeón mundial de 2014 en una columna para el diario “Die Zeit”.
“Políticamente, la inversión del PSG puede haber valido la pena. El fútbol, por su popularidad como herramienta, se presta a otros fines. El propietario, el país de Qatar, ha utilizado París y Europa para su seguridad y geopolítica, al igual que sus jugadores. Así es el mundo”, agregó Lahm. Pero no es bueno si con tanto dinero se puede conseguir lo contrario a la calidad.
París había fallado con sus estrellas Lionel Messi y Kylian Mbappé en los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern y una vez más se presentaba como “una sola decepción”.
“El PSG tiene un problema fundamental. El equipo juega sin inspiración y ofrece al público poco a poco”, retumbó el exprofesional y añadió: “Kylian Mbappé es una historia en sí mismo. Su talento no está incrustado. En Múnich solo esperaba que el el balón cae a sus pies. No tengo ni idea de cómo va a florecer la carrera de Mbappé en París”.