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El ex canciller del Reino Unido, George Osborne, se unió al consejo asesor del intercambio de criptomonedas Coinbase, mientras la compañía enfrenta un escrutinio regulatorio cada vez mayor.
La bolsa con sede en San Francisco se está expandiendo en jurisdicciones que van desde Singapur hasta las Bermudas, y está envuelta en una batalla de alto perfil con los reguladores estadounidenses después de que la Comisión de Bolsa y Valores alegó que no se registró como una bolsa de valores nacional. La empresa está luchando contra la demanda.
La compañía dijo que anticipaba confiar en los “conocimientos y experiencias” de Osborne a medida que hacemos crecer Coinbase en todo el mundo. Durante una visita a Londres en abril pasado, el director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong, coqueteó con la idea de reubicar la bolsa que cotiza en Nasdaq, sugiriendo que “todo estaba sobre la mesa”. Desde entonces ha reiterado el compromiso de Coinbase con Estados Unidos.
En contraste con la postura dura de Estados Unidos sobre el sector criptográfico, el gobierno del Reino Unido se ha propuesto promocionarse como un “centro” de activos digitales. El año pasado, los ministros revelaron planes de amplio alcance para regular el sector, incluida una propuesta para introducir monedas estables (tokens digitales vinculados a monedas fuertes) como una opción para los pagos.
A principios de este mes, la canciller en la sombra Rachel Reeves publicó una fotografía en la plataforma de redes sociales X de ella misma con Sriram Krishnan de la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz, que el año pasado eligió Londres para su primera oficina fuera de los EE. UU., agradeciendo a Coinbase por organizar el desayuno en el evento. “El próximo gobierno laborista trabajará con el sector tecnológico para generar empleo y prosperidad en Gran Bretaña”, afirmó.
El nombramiento de Osborne en las filas de Coinbase es la última señal de que el intercambio está aumentando sus esfuerzos para atraer a legisladores y políticos. En diciembre del año pasado, el intercambio, junto con otras grandes empresas de cifrado, destinó más fondos a la elección de legisladores pro-cripto en los EE. UU. antes de las elecciones presidenciales que se celebrarán a finales de este año.
“En este momento hay una enorme cantidad de innovación interesante en las finanzas”, dijo Osborne, y agregó que “las cadenas de bloques están transformando los mercados financieros y las transacciones en línea”.
El año pasado, un grupo de políticos de varios partidos recomendó que el Reino Unido abandonara sus ambiciones de activos digitales y, en su lugar, regulara el sector como si fuera un juego de azar, describiendo los criptoactivos como “sin valor intrínseco” y “sin bien social discernible”.
La Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido también está aplicando reglas estrictas sobre el marketing de criptomonedas, una medida que impulsó a Binance, el mayor intercambio de criptomonedas, a detener sus intentos de comercializarse entre los consumidores británicos.
Osborne, que fue canciller entre 2010 y 2016 y renunció como diputado conservador al año siguiente, ocupa varios puestos. Es socio del banco de inversión boutique Robey Warshaw y presidente del Museo Británico. También se desempeña como presidente de Lingotto, un fondo lanzado por el vehículo de inversión Exor, controlado por la multimillonaria familia italiana Agnelli.