Un gol acrobático al final rompe el equilibrio en un partido que tuvo como protagonistas a los porteros Milinkovic y Joronen. Granata lidera con siete puntos, los venecianos se quedan a uno
Toro se propone hacerlo y se queda dormido para pasar una noche en lo más alto del campeonato. El cabezazo es de Saúl Coco: a cuatro minutos del minuto noventa envía literalmente al cielo al equipo de Vanoli. Venecia venció al final por 1-0 en un partido equilibrado, decidido por un episodio. Toro es menos bonito en términos de jugabilidad en comparación con los dos primeros lanzamientos, pero muy maduro y concreto. En vísperas de la carrera, Vanoli había planteado esta etapa en Laguna como un examen de mentalidad: examen superado. Los Granata llegan al parón con mucho ritmo: 7 puntos después de tres jornadas, segunda victoria consecutiva y Milinkovic por primera vez invicto.
al embarque
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Venecia vuelve a casa: primera vez en esta Serie A en Penzo para el equipo confiado a Eusebio Di Francesco. De alguna manera también está de vuelta Paolo Vanoli, que en junio llevó a los venecianos a triunfar en el play-off del play-off B contra el Cremonese. Hoy Vanoli se sienta en el banquillo del Toro y la bienvenida en su viejo Penzo no es ciertamente una de las mil y una noches: una pancarta, algunos abrazos y algunos aplausos, completamente ignorados por el equipo local. En resumen, esperábamos más. El debut en casa en la máxima categoría añade ilusión y aporta adrenalina: así, tras abandonar la parrilla de salida, Venecia intenta durante una buena media hora presionar a un Toro que parece sorprendido. Ciertamente, en la primera mitad no vemos a Toro en la versión “vanidosa” apreciada en los dos primeros días. El casual y agradable en cuanto a juego se refiere. De alguna manera lo podríamos haber imaginado en este estadio de la Cuenca, y contra un equipo local que estaba muy motivado y a menudo lanzaba al ataque. El presidente de los venecianos, Niederauer, se encuentra en un rincón tras el partido.
NÚMERO UNO
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En pleno partido las oportunidades son pocas, se pueden contar con los dedos de una mano. Pero en todos ellos figuran los porteros de Turín y Venecia. Pronto se convierte en una tarde número uno. Empecemos por el milagro de Milinkovic. Minuto 14: el portero del Granata se relaja tras un fuerte disparo de Nicolussi Caviglia. Vuelo bonito y eficaz, pero más plástico. Donde podemos hablar de milagro es un minuto después, en la parada que mantiene a flote a Toro: desde el desarrollo del córner, Nicolussi Caviglia vuelve a descargar un misil que Milinkovic alcanza con la mano abierta. Pasan cuatro minutos y en el desafío del portero el “colega” veneciano Joronen responde: Sosa centra en el centro del área, Zampano falla el despeje sirviéndole un balón de oro a Adams. Con el espejo completamente abierto, el atacante de la granada se salva a dos pasos de distancia. Sin goles en el descanso.
hermoso coco
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En la segunda mitad, el primer anillo llegó de Toro: centro desde la derecha de Vojvoda (8′), Ilic estaba listo para el ataque bien desmarcado en el centro del área pero su cabezazo fue demasiado débil para preocupar a Joronen. Venezia responde golpe por golpe y dos minutos después Nicolussi Caviglia logra disparar de nuevo, pero esta vez la puntería es imprecisa: el balón pega en el travesaño. Sobre la hora, Vanoli saca un buen Sosa para Pedersen, y Ricci lanza a Sanabria, rediseñando Toro con el 3-4-2-1. El nivel competitivo del partido sube y cuando el estadio parece acostumbrarse a la idea del empate, llega el gol de Toro. Minuto 41: córner de Ilic, cabezazo de Masina que se convierte en asistencia para Coco. El cabezazo del zaguero del Toro es sentencia: primer gol en la Serie A. Los Granata están en el cielo.
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