Entre los trabajadores directos e indirectos, o quienes lo utilizan como herramienta de su profesión, el automóvil implica alrededor de 1.2 millones de personas en Italia. Un patrimonio no solo humano sino también de contribuyentes y consumidores al que, obviamente, hay que añadir el valor de las empresas, que no es solo económico. La situación del mercado de coches matriculados está en declive, gracias a varios factores: las consecuencias del Covid-19, la vida cara, los tiempos de espera para un coche nuevo, la incertidumbre que genera la transición tecnológica. Los números son claros: ya en 2019, el último año previo a la pandemia, ante 1,9 millones de registros, había signos de estancamiento; en 2021 la cifra bajó a 1,45 millones. la tendencia de incentivos de coche, con el rápido agotamiento de los dedicados a los coches de pequeña cilindrada, indica claramente lo que más compran los italianos. Todos temas de los cuales la mayoría saldrán de elecciones politicas del 25 de septiembre tendrá que tratar. Por eso hemos oído algunos de los partidos principales en el tema automotor y les preguntamos qué pretenden hacer, tanto para los consumidores como en materia de empleo y política industrial. Es un punto de vista amplio pero parcial. Todos los equipos cuestionados respondieron excepto la alianza Action de Carlo Calenda e Italia Viva de Matteo Renzi. Además, nuestra mirada incluye también el punto de vista de sindicatos y un enfoque en Valle del motor.