Bolivia ha trasladado su estadio nacional a una altitud de 4.150 metros. Antes del partido de clasificación para el Mundial contra Colombia, volvió a estallar una vieja discusión.
El aire en el estadio de El Alto es tenue, pero el mensaje en la cancha es aún más denso. “4.150 metros” está escrito con grandes letras en el césped donde Bolivia disputará el jueves su polémico partido de clasificación para el Mundial contra Colombia. Para todos los críticos sigue una frase desafiante: “Si no vives, vives“. Traducido libremente: Jugamos donde vivimos.
¿Ventaja injusta?
Hasta ahora, Bolivia siempre había jugado sus partidos competitivos en La Paz, a 3.637 metros de altura en el estadio nacional más alto del mundo. Eso en sí mismo fue controvertido. Pero últimamente el equipo apunta mucho más alto. Porque el estadio recientemente renovado de El Alto es tan bonito y el césped es tan bueno, dice el seleccionador nacional Oscar Villegas. Porque eso supone una enorme ventaja, dicen muchos opositores.
El Estadio Rafael Mendoza en Bolivia
Venezuela ya sintió el aire de la montaña. Los favoritos fueron derrotados por 4-0 en septiembre, cuando Bolivia jugó en El Alto por primera vez. Ni los ejercicios de respiración ni la preparación en cámaras de oxígeno ayudaron a los invitados. Ahora Colombia lo está intentando, incluida una aclimatación de varios días en Cochabamba a 2.500 metros. Esto también es necesario, en casa los cafeteros juegan al nivel del mar.
Críticas cada año.
Las discusiones sobre la supuesta ventaja de jugar como local de Bolivia no son nuevas. En 2006, la FIFA incluso prohibió los juegos a más de 2.500 metros. El clamor fue grande, el presidente Evo Morales habló de discriminación y “apartheid futbolístico”, su amigo Diego Maradona viajó y volvió a patear la pelota a sus 47 años. El mensaje: Si yo puedo, otros también pueden. Un poco más tarde, la FIFA levantó la prohibición.
Pero las críticas persistieron. La superestrella brasileña Neymar calificó las condiciones en La Paz de “inhumanas” en 2007 y publicó una foto de sus compañeros recibiendo oxígeno después del pitido final. Se dice que la superestrella argentina Lionel Messi vomitó una vez en el vestuario. En 2019, un árbitro se desplomó y murió durante un partido de liga en El Alto. ¿Por la altitud? No claro.
Héctor Cuellar de Bolivia en acción contra Angel Di María (l) y Nahuel Molina (21) de Argentina.
Una cosa es segura: Bolivia también tiene otras opciones. Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más grande del país con casi dos millones de habitantes, se encuentra a menos de 500 metros, y el estadio más grande tiene 38.000 asientos. El equipo no juega allí la clasificación para el Mundial desde hace casi 40 años. El resultado: Si bien Bolivia estuvo los últimos 30 años sin ganar en las Eliminatorias fuera de casa, hubo sorpresas en casa como contra Argentina en 2009 (6-1) y 2017 (2-0) o el 2-1 contra Brasil en el finales de 2009.
Estrategias de adaptación
Por eso Colombia ha tomado precauciones. El entrenador Néstor Lorenzo ha convocado para los dos próximos partidos una enorme plantilla de 29 jugadores; en sus clubes de México, por ejemplo, hay más jugadores de lo habitual acostumbrados a una altura especial. Pero ninguno de ellos ha jugado nunca a más de 4.000 metros.