Clasificación, Italia todavía está a prueba. Ahora ojo con Moody’s: porque es el examen más temido


La economía se está desacelerando, pero Italia ya ha recibido las valoraciones de tres agencias de calificación que han confirmado sus votos. Ahora queda el examen más temido: la boleta de calificaciones que Moody’s publicará el viernes 17 de noviembre a última hora de la tarde. Un examen temido no sólo porque es la agencia más grande y autorizada, sino sobre todo porque el país llega a la sentencia con una «perspectiva negativa» y la actual calificación Baa3 está justo por encima del umbral del llamado grado de inversión, el nivel para invertir. Abajo bajas a Basura, basura.

El Gobierno Meloni llega a la reunión con una ley presupuestaria prudente en términos numéricos, cuidando de evitar que algunas de las partidas más importantes -como la de pensiones – puede afectar las cuentas. Y esta es una de las razones por las que el Gobierno pidió a la mayoría que lo apoya que no presente modificaciones al presupuesto, con el objetivo de mantener inalterados los equilibrios y, sobre todo, evitar deslices en capítulos delicados, como – por ejemplo – el superbonus lo que tiene un impacto en la deuda.

El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, mantuvo el diálogo con las agencias de calificación ya durante la última sesión de trabajo del Fondo Monetario Internacional. Las tres primeras evaluaciones, realizadas respectivamente por S&P, DBRS y Fitch, no modificaron la calificación ni las perspectivas de la deuda soberana de Italia, a pesar de la desaceleración de la economía destacada en los distintos informes.

Fitch subrayó también que el gobierno Meloni puede contar con una «mayoría parlamentaria más estable que las administraciones anteriores», incluso si se enfrenta a «una presión política considerable para mantener mejor sus compromisos electorales». Precisamente así lo subrayan el ministro Adolfo Urso y otros miembros de la mayoría que reconocen la solidez de la economía y de la coalición que gobierna el ejecutivo.

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Ahora sólo queda la cita con Moody’s, que el 19 de mayo decidió posponer la evaluación, provocando simplemente su aplazamiento. Los analistas de Unicredit se muestran convencidos de que la opinión sobre la calificación de Italia será confirmada en lo que será un acontecimiento «cuidadosamente evaluado por los inversores»: «Los datos históricos y las proyecciones – escribe Unicredit en el informe – parecen coherentes al menos con una confirmación de la opinión «, también a la luz de la resiliencia demostrada por Italia ante crisis recientes, como la energética; A favor de la confirmación también están «las recientes mejoras» en la implementación del Pnrr, las noticias «positivas» sobre la situación política, «las mejoras» en los indicadores de la balanza comercial exterior y «los avances» en la solidez del sistema bancario. Por supuesto, los mismos analistas señalan la difícil previsibilidad de las calificaciones de Moody’s. El presidente estadounidense, Joe Biden, algo lo sabe y en las últimas horas ha visto confirmada su calificación ‘triple A’ pero, sorprendentemente, recortó la perspectiva de estable a negativa.



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