La reforma de las pensiones es considerada una de las puntas de lanza del presidente francés Emmanuel Macron. El gobierno quiere aumentar gradualmente la edad de jubilación de 62 a 64 años. Los sindicatos consideran los planes injustos y brutales y tienen la intención de oponerse enérgicamente a la reforma.
“Si Macron quiere hacer de esto la madre de sus reformas (…) se convertirá para nosotros en la madre de todas las batallas”, declaró Frédéric Souillot de la FO (‘Force Ouvrière’), quien, junto con los demás sindicatos y una gran parte de la oposición se opuso a la reforma.
El día de acción del martes ya era el tercer día de acción. Los dos anteriores tuvieron lugar el 19 y el 31 de enero. Otra protesta está prevista para el sábado.