Cientos de hayas, algunas de más de 200 años, corren peligro de morir en Park Doorn. Esa es la opinión de la Agencia Inmobiliaria del Gobierno Central (RVB). Según el gerente, ‘el cambio climático ya se ha apoderado de los árboles’. Las hayas corren peligro de morir debido a la sequía.
Los árboles de haya en la propiedad histórica con castillo y bosque sobrevivieron tanto a la Primera Guerra Mundial como a la Segunda Guerra Mundial, pero la Agencia Inmobiliaria del Gobierno Central, propietaria de Huis Doorn, está muy preocupada por si los árboles resistirán la sequía extrema.
«Las hayas crecen lentamente y echan raíces bastante superficiales. Si cae el agua subterránea, los árboles ya no pueden alcanzarla», dice Frank van Dam, responsable de la gestión de la vegetación de Park Doorn, en el sitio web de la Agencia Inmobiliaria del Gobierno Central.
El castillo de Huis Doorn estuvo habitado por el ex emperador alemán Wilhelm II de 1920 a 1941, pero ha sido amueblado como museo nacional desde la Segunda Guerra Mundial. En el parque, alrededor del 87 por ciento de los árboles son hayas. Debido a la amenaza de muerte de los árboles, la Agencia Inmobiliaria del Gobierno Central sugiere plantar árboles en el parque que puedan resistir la sequía, como árboles del sur de Europa o árboles del norte de Europa que son menos sensibles a la sequía. «¿Queremos tener un Park Doorn al menos en cien años?»
El parque tiene un estatus monumental. La discusión sobre la tala de árboles ha sido un tema delicado durante años. Anteriormente, el propietario quería talar 350 árboles por motivos de «seguridad y calidad de los árboles». A principios de este año, también se designaron 140 árboles para la tala. Debido al plan de renovación, ya se han observado 484 hayas que se dice que están en mal estado.