Desde el 10 de enero de 2023, Una nueva ley enmarcando el “tecnologías de síntesis” entrará en vigor en China. Esta expresión hace referencia al “deepfake” o hiperfaking, una técnica de manipulación de contenidos de audio y vídeo mediante inteligencia artificial. Esta tecnología se puede utilizar para fines propagandísticos y de desinformación. China quiere protegerse contra los usos que van en contra de sus intereses. administración del ciberespacio de china, autoridad a cargo del control de Internet, está en el origen de esta regulación.
La ley incluye varias propuestas importantes:
- Los usuarios deben dar su consentimiento si su imagen se utilizará en la tecnología de síntesis profunda.
- Los servicios de resumen profundo no pueden usar la tecnología para difundir noticias falsas.
- Se prohíbe el contenido que viole las leyes aplicables, así como el contenido que ponga en peligro los intereses y la seguridad nacionales, dañe la imagen nacional o perturbe la economía.
Poco a poco, la potencia china va haciendo su nido
Una regulación tras otra, el gobierno chino está reforzando su control sobre el sector tecnológico. Los gigantes tecnológicos, como Tencent y Alibaba, han visto su negocio sufre la represión de Pekín en el dominio digital. Desde 2020, varias leyes, incluido un reglamento antimonopolista, o sobre el uso de datos personales, tiene como objetivo regular las actividades de los jugadores tecnológicos chinos. Al mismo tiempo, China también quiere anticiparse a la expansión de las tecnologías emergentes, regulando el uso del reconocimiento facial privado y las falsificaciones profundas.
Un acto de equilibrio entre la regulación y la innovación
Las autoridades chinas quieren aprovechar las herramientas tecnológicas poniéndolas al servicio de la visión del Partido. El poder político espera así construir una sociedad estable y próspera, de acuerdo con el contrato social chino: una mejora constante en el nivel de vida frente a la ausencia de cuestionamiento de la legitimidad de las instituciones. Sobre todo, el régimen desea prevenir cualquier disputa, en particular virtual, por Control total de Internet.
Sin embargo, Pekín quiere mantener su lugar en la carrera tecnológica mundial y no renuncia al uso de hiperefectos especiales. Por lo tanto, las empresas deberán cumplir con las disposiciones del texto, y estarán sujetas a una auditoría de seguridad.
La difícil regulación de los deepfakes
dos investigadores juzgar la futura ley incompleto. Entre otras cosas, el procedimiento obtener el consentimiento del individuo cuya imagen se explota no se explica y el etiquetado de deepfakes, hecho obligatorio, puede modificarse fácilmente por una nueva codificación.
Los próximos meses serán ricos en lecciones para el régimen de Xi Jinping, así como para otras potencias, como Estados Unidos y la Unión Europea, donde la regulación de los deepfakes aún es incierta. incompleto.