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Las autoridades del sector financiero de China han propuesto establecer un fondo de estabilización del mercado de valores para impulsar la debilitada confianza entre los inversores nacionales, ya que una nueva publicación de datos mostró que la recuperación en la segunda economía más grande del mundo sigue siendo frágil.
Cuatro personas familiarizadas con el asunto han dicho que Beijing está considerando el plan, que probablemente invertiría en acciones nacionales a través de instituciones financieras existentes y fondos administrados profesionalmente, según una de las personas. El dinero del gobierno sería igualado por los fondos e instituciones asociados, añadió la persona.
Dos de las personas dijeron que los reguladores del sector financiero, incluido el organismo de control del mercado de valores (la Comisión Reguladora de Valores de China) y el Ministerio de Finanzas, presentaron la propuesta al Consejo de Estado, el gabinete de China, que en última instancia decidiría cómo operaría el fondo propuesto.
Dos personas familiarizadas con la propuesta dijeron que el programa necesitaría recaudar al menos 1 billón de yuanes (137 mil millones de dólares) para ser efectivo. “El fondo debe ser lo suficientemente grande como para influir en el mercado. Unos cientos de miles de millones de yuanes no son suficientes para aumentar la confianza. Necesitamos al menos 1 billón de yuanes”, dijo un asesor del gobierno involucrado en el diseño del fondo.
Los reguladores han discutido la idea de un fondo de estabilización o intervención desde 2015, pero la propuesta ganó nuevos terrenos este año.
Beijing ha luchado por reavivar la confianza en los mercados de capitales de China y en la economía en general, mientras una crisis del mercado inmobiliario y la caída del comercio exterior pesaban sobre la recuperación del país de los controles pandémicos.
Esa debilidad fue subrayada por una publicación de datos oficiales el viernes que mostró que China volvió a tambalearse al borde de la deflación el mes pasado, con el índice de precios al consumidor sin cambios año tras año en septiembre. El índice de precios al productor, que mide el precio de los bienes vendidos por los fabricantes, disminuyó un 2,5 por ciento interanual.
Ambas métricas de inflación fueron marginalmente más débiles que las previsiones de los analistas encuestados por Reuters. En agosto, el IPC subió sólo un 0,1 por ciento, frente al territorio negativo del mes anterior, mientras que el IPP se contrajo un 3 por ciento.
Los datos comerciales publicados también el viernes brindaron mejores noticias para los responsables de la formulación de políticas. Las exportaciones de China cayeron un 6,2 por ciento en septiembre en comparación con el año anterior, una mejora con respecto a la caída del 8,8 por ciento de agosto y superando las expectativas de los analistas de una contracción del 7,6 por ciento.
Las importaciones en septiembre también cayeron un 6,2 por ciento, mejor que la caída del 7,3 por ciento del mes anterior, pero ligeramente por debajo de las expectativas. La balanza comercial del país durante el mes fue de 77.710 millones de dólares, frente a los 68.360 millones de dólares de agosto.
El fondo de estabilización propuesto se produce en un momento en que Beijing ha intensificado sus esfuerzos para apuntalar el languideciente mercado de valores del país y frenar las salidas de capital. Esta semana, las autoridades lanzaron el primer programa de compras dirigido a acciones de los principales bancos desde la crisis financiera mundial y prohibieron a los corredores abrir cuentas comerciales en el extranjero para inversores nacionales.
El fondo soberano Central Huijin, que compró las acciones del banco, prometió seguir comprándolas en los próximos seis meses.
A pesar de estos esfuerzos, el índice de referencia chino CSI 300 de las acciones que cotizan en Shanghai y Shenzhen ha bajado alrededor de un 1 por ciento esta semana y ha perdido más de un 10 por ciento en términos de dólares en lo que va del año ante las persistentes salidas de inversores extranjeros.
El fondo de estabilización tendría como objetivo reavivar el entusiasmo empresarial y estimular nuevas cotizaciones, creando un círculo virtuoso que elevaría la confianza interna en la economía, dijo una de las personas familiarizadas con el plan. Esto también aumentaría la disponibilidad de capital de riesgo, añadió la persona.
“Necesitamos un auge del mercado de valores para enriquecer a los hogares y que puedan gastar más”, dijo el asesor del gobierno.
Las autoridades chinas sostienen que la economía es resiliente y está en camino de alcanzar el objetivo oficial del producto interno bruto de este año del 5 por ciento, el más bajo en décadas. El país publicará las cifras de crecimiento del PIB del tercer trimestre la próxima semana.
Pero los analistas dicen que si bien la economía está mostrando signos de estabilidad después de un segundo trimestre débil, la recuperación es frágil y las autoridades han liberado un flujo de apoyo sólo parcial.
“La inflación del IPC en cero indica que la presión deflacionaria en China sigue siendo un riesgo real para la economía”, dijo Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management. “La recuperación de la demanda interna no es sólida sin un impulso significativo del apoyo fiscal”.