El crecimiento sorprendentemente débil de la producción industrial y el gasto de los consumidores de China está alimentando las preocupaciones sobre la recuperación económica del país, que es importante para la economía mundial. Según datos del gobierno del martes, la producción industrial china en abril aumentó un 5,6 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, pero estuvo por debajo de la expectativa de casi el once por ciento. Con un 18,4 por ciento, el aumento de las ventas minoristas también fue menor de lo que esperaban los economistas. El crecimiento parece claro a primera vista, pero hace un año, las estrictas medidas de coronavirus del gobierno con bloqueo en megaciudades como Shanghái casi paralizaron la economía en muchas áreas.
Los últimos datos subrayan las preocupaciones recientes sobre la recuperación de China de la caída del coronavirus. El comercio exterior perdió impulso en abril, las exportaciones crecieron más lentamente y las importaciones cayeron significativamente. Además, la inflación había seguido debilitándose, lo que incluso había suscitado temores de deflación entre algunos expertos.
Al menos la baja inflación le da al banco central chino margen para el apoyo económico. El banco central ya había anunciado el lunes que la política monetaria seguiría relajándose en consecuencia. Los expertos ya cuentan con una mayor relajación.
Además de las consecuencias de la estricta política de covid cero, que solo se levantó a fines de 2022, la economía de China sufre las consecuencias de una burbuja inmobiliaria en partes del país. Además, las tasas de interés han subido a nivel mundial como resultado de la alta inflación en muchos países, lo que encarece el endeudamiento en moneda extranjera para las empresas chinas. (dpa)