China exige que los influencers tengan certificación para hablar de ciertos temas


Ante las críticas a su política de salud, Beijing continúa con su estrategia de censurar el contenido en línea. A medida que se acerca el 20º Congreso del Partido en noviembre, Xi Jinping quiere asegurarse un tercer mandato silenciando las voces de la oposición. China ahora está atacando a personas influyentes, para limitar su discurso. El 21 de junio, el gobierno dijo que quería combatir la desinformación al obligar a ciertos creadores de contenido a tener una certificación. Los contenidos objetivo son principalmente aquellos relacionados con la salud, las finanzas o el derecho. Las plataformas y aplicaciones de transmisión en vivo son las primeras en ser atacadas.

China quiere «combatir la desinformación» de los influencers

En China, las aplicaciones de transmisión más populares son Douyin, la versión china de TikTok, y Kuaishou, la plataforma de transmisión en vivo del gigante Tencent. 700 millones de chinos, o el 68% de la población, mira regularmente contenido de video en Internet.

En la misma categoría

Persona con casco de realidad virtual.

Un importante acuerdo para la interoperabilidad de los metaversos

La nueva normativa china tiene el objetivo oficial de reducir el riesgo de desinformación al que puede estar expuesta la población. Más que moderar el contenido a posteriori, Beijing quiere regular su publicación antes de que se comparta la información. Por lo tanto, el gobierno elige validarse a sí mismo los creadores que podrán publicar ciertos tipos de contenido.

La Administración Nacional de Radio y Televisión de China, junto con el Ministerio de Cultura, serán los encargados de brindar certificaciones a los influencers para que puedan hablar sobre sus temas favoritos. En cuanto a las plataformas de distribución, es su responsabilidad verificar que los creadores que publican en ellas tengan las autorizaciones para hablar de medicina, finanzas, derecho o incluso educación.

Control cada vez mayor sobre el discurso en línea

Esta nueva política tendrá consecuencias directas para los influencers que quieran hablar de estos temas. Incluso si las autoridades no especifican los criterios para acceder a esta certificación, se trata de evaluar las calificaciones de los creadores de contenido. Si una persona quiere hablar sobre medicina, lo más probable es que tenga capacitación en el campo o sea un profesional de la salud en activo.

La razón principal que no se menciona es la lucha diaria de Beijing contra el discurso discordante frente a su política de covid cero. Una política muy restrictiva, muy criticada durante la crisis sanitaria, que recientemente llevó al gobierno a querer controlar todos los comentarios online.

Más allá de luchar contra la desinformación, China también busca perseguir a personas influyentes que venden productos a través de sus videos. Es un mercado que pesa varios miles de millones de dólares según recuerdan CNBC. Este fenómeno, muy presente en las plataformas de streaming, explotó durante la pandemia y tomó el nombre de “comercio en vivo”. Una práctica joven afín a la televenta y que Pekín quiere regular.

China lleva varios años encadenando medidas para regular lo digital y censurar el discurso en las redes sociales. A principios de 2020, el país había bloqueado todos los mensajes que mencionaran la pandemia para ocultar la realidad de los hechos. Hoy, el objetivo de las autoridades es bloquear todas las críticas contra su gestión de la crisis y sus consecuencias económicas. A principios de junio, el influencer chino Li Jiaqi desapareció de las redes luego de hablar sobre los eventos en la plaza de Tian’anmen al mostrar un pastel en forma de tanque en un video en vivo.



ttn-es-4