La presencia policial masiva ha impedido el resurgimiento de las protestas contra la estricta política del coronavirus en varias ciudades chinas. En la capital Beijing y metrópolis como Shanghái, Guangzhou y Hangzhou, las fuerzas de seguridad han sido cada vez más visibles en las calles desde el lunes. En muchos casos, los transeúntes son detenidos y los oficiales examinan sus teléfonos inteligentes en busca de contenido sospechoso.
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