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China necesita tomar medidas rápidas para revertir las presiones deflacionarias, dijo el ex gobernador del banco central Yi Gang, en un raro reconocimiento de lo que los economistas ven cada vez más como una de las preocupaciones más urgentes para la segunda economía más grande del mundo.
Al hablar en la Cumbre Bund, una influyente conferencia económica anual en Shanghai el viernes, el respetado ex gobernador del Banco Popular de China pidió a los responsables políticos que flexibilicen la política monetaria y apoyen la economía real, informó el medio de comunicación chino respaldado por el Estado, Caijing.
Yi, que se formó en Estados Unidos, renunció el año pasado tras cinco años al frente del Banco Popular de China. El viernes dijo que el objetivo debería ser que el deflactor del PIB (la medida más amplia de los precios en la economía) vuelva a territorio positivo, disipando así la deflación.
La economía de China ha sufrido una débil demanda interna a raíz de la pandemia, con un colapso del mercado inmobiliario que ha socavado la confianza de los hogares.
La baja demanda y el exceso de producción en algunos sectores han generado una feroz competencia que, a su vez, ha afectado los precios y ha socavado las ganancias corporativas. Las medidas represivas del gobierno en varios sectores han dañado aún más la confianza de los inversores.
La presión deflacionaria se refleja en el PIB nominal de la economía, que creció un 4,0 por ciento interanual en el segundo trimestre, en comparación con el 4,7 por ciento de crecimiento del PIB real.
Los altos funcionarios, economistas y académicos chinos están cada vez más preocupados por el riesgo de que China siga el ejemplo de Japón después de que el estallido de su burbuja en los años 1990 condujera a décadas de bajo crecimiento económico.
El año pasado, las autoridades comenzaron a presionar discretamente a los expertos para que dejaran de hablar públicamente sobre los problemas económicos, particularmente la deflación, en un esfuerzo por apuntalar el sentimiento en el mercado.
La Cumbre Bund, organizada por el Foro China Finance 40, uno de los principales centros de estudios económicos del país, tuvo lugar esta semana en medio de un enfriamiento generalizado de las discusiones sobre temas delicados en el continente.
El evento fue escenario de las críticas del fundador de Alibaba, Jack Ma, a los reguladores en 2020, lo que desencadenó una ofensiva más amplia contra la industria tecnológica, incluida la cancelación de último momento de la oferta pública inicial planificada de 37.000 millones de dólares de su Ant Group en Estados Unidos.
En el evento de este año, ninguno de los funcionarios gubernamentales de mayor rango del país estuvo presente. En varios de los debates participaron personalidades estadounidenses que asistieron a través de un enlace de video, entre ellas Robert Rubin, ex secretario del Tesoro, y Michael Spence, premio Nobel y profesor emérito de la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford.
Los asistentes de alto nivel de instituciones financieras extranjeras también estuvieron escasamente representados, aunque Ashley Bacon, director de riesgos de JPMorgan, estuvo allí en persona.