Cuando Clemens Wickler y Nils Ehlers tenían sus medallas colgadas del cuello, la ira por la oportunidad perdida de ganar el oro pasó a un segundo plano.
Toda la frustración que antes se había desahogado ante las cámaras de televisión, olvidada por unos momentos. Incluso una sonrisa apareció en los rostros de los jugadores alemanes de voleibol playa, antes de que Wickler besara tiernamente su medalla de plata y Ehlers mordiera su precioso metal para la foto.
La conclusión es que “realmente jugamos un torneo increíble”, dijo Ehlers después de la ceremonia de entrega de premios: “En cada partido nos superamos, nos acercamos aún más y provocamos una enorme ola de euforia en Alemania por el voleibol de playa”. Sin embargo, emocionalmente todavía estamos “muy, muy abajo” en esta “montaña rusa emocional”.
De hecho, a Ehlers/Wickler le llevó un tiempo controlar su decepción. Ni siquiera los cánticos de «Ehlers, Wickler» en el estadio pudieron aliviarles el ánimo tras la unilateral final; en la derrota por 0-2 contra el número uno del mundo, David Ahman y Jonatan Hellvig, de Suecia.
«No nos metimos en el partido y lamentablemente en la final hicimos nuestro peor partido de la temporada. Eso duele muchísimo», dijo Ehlers. No rendir como de costumbre es “muy, muy decepcionante y realmente te deprime”. En la cancha «se sentía extremadamente mal», dijo Wickler.
Pero la primera medalla ganada por un equipo masculino alemán desde el golpe de oro de Julius Brink y Jonas Reckermann hace doce años en Londres debería consolar pronto a Ehlers/Wickler. En el corazón de la capital francesa, los dos finalmente celebraron el mayor éxito de sus carreras hasta la fecha. Ehlers/Wickler jugaron un torneo fantástico y ganaron a todos los mejores equipos antes de que su racha de victorias se detuviera en la final el sábado por la noche.
El dúo alemán no tiene mucho tiempo para asimilar los días salvajes de París. El Campeonato de Europa comienza el martes en Holanda (del 13 al 18 de agosto). «Ahora afrontamos los próximos entrenamientos y el próximo torneo con una motivación increíble», afirmó Ehlers. Los Juegos Olímpicos y la final fueron una “gran experiencia de aprendizaje”.