ChatGPT y la revolución legal: ¿Puede la IA reemplazar a los abogados?


La inteligencia artificial ChatGPT de OpenAI ha adquirido un estatus especial en el ámbito jurídico y facilita los procesos legales con herramientas personalizadas como Harvey.ai y Contract Matrix, desde la búsqueda de documentos hasta la redacción de contratos. Pero, ¿puede la inteligencia artificial sustituir también a los abogados?

ChatGPT: hechos, problemas y la API

ChatGPT, un producto de OpenAI, representa una forma avanzada de inteligencia artificial, específicamente en la categoría de IA generativa. La tecnología subyacente se basa en una serie de algoritmos complejos diseñados para brindar a los usuarios la capacidad de generar de forma independiente contenido diverso, como texto, imágenes e incluso conceptos abstractos.

ChatGPT-3 se puso a disposición del público en noviembre de 2022 y, según Tooltester, alcanzó el millón de usuarios en cinco días. ChatGPT-4 existe desde el 14 de marzo de 2023, lo que difiere significativamente de GPT-3 en términos de parámetros entrenados. Según una publicación de melibo, ChatGPT-3 fue entrenado con 175 mil millones de parámetros, mientras que GPT-4 se entrenó con un billón de parámetros. ChatGPT se utiliza en numerosos casos de uso, desde entretenimiento hasta marketing y campos específicos como el derecho.

Uno de los problemas más conocidos del ChatGPT y otros modelos de este tipo es el fenómeno de las «alucinaciones». Esto ocurre cuando el sistema genera involuntariamente hechos y detalles falsos o inventados. Este problema plantea un serio desafío en campos profesionales donde la precisión y la confiabilidad son de crucial importancia, como en el campo legal.

OpenAI también proporciona una API para ChatGPT, lo que permite a los desarrolladores personalizar y adaptar aún más la tecnología. La API permite el desarrollo de chatbots y aplicaciones personalizados adaptados a necesidades y casos de uso específicos en diferentes industrias, como la legal.

Harvey.ai y la matriz de contratos

En el ámbito jurídico existe una fuerte tendencia hacia el uso de inteligencia artificial generativa (IA), que está especialmente adaptada a los requisitos legales. En particular, la atención se centra en las herramientas Harvey.ai y Contract Matrix, que se basan en GPT-4.

Harvey.ai ha sido optimizado para contenido legal y lo utiliza el bufete de abogados Allen & Overy para buscar rápidamente en documentos grandes, como informes anuales, como informa nzz.ch en un artículo en línea. Harvey tiene acuerdos exclusivos con Allen & Overy y PWC. Sin embargo, hay que controlar a Harvey, porque a veces «alucina» y, por ejemplo, inventa sentencias del Tribunal Federal de Justicia. Harvey, como destaca PwC Legal Alemania, tiene una capacidad notable para ofrecer soluciones legales en una amplia gama de áreas legales. Estos incluyen, entre otros, análisis de contratos, cumplimiento normativo, gestión de cuentas por cobrar, debida diligencia y servicios de asesoramiento y asesoría jurídica.

Contract Matrix, que tiene una interfaz con GPT-4, se caracteriza por la capacidad de comparar, resumir o simplificar textos, como informa nzz.ch. Se utiliza ampliamente en diversos campos, como comparar términos y condiciones o documentos de transacciones, resaltar diferencias y hacer sugerencias de mejora.

Aplicación de la IA en el despacho de abogados y sustitución de abogados

El uso de la inteligencia artificial en departamentos jurídicos y bufetes de abogados aumenta constantemente y provoca cambios fundamentales. Según nzz.ch, este desarrollo se encuentra todavía en una fase de prueba, y cada vez se prueba más el uso de IA como Harvey.ai.

La IA tiene el potencial de simplificar muchos flujos de trabajo legales, razón por la cual el bufete de abogados londinense Allen & Overy utiliza Harvey para diversas aplicaciones legales. Christian Öhner, de la consultora PWC, describe la tendencia hacia el uso de la IA generativa en los despachos de abogados como omnipresente y con potencial para sustituir a los abogados jóvenes, como informa nzz.ch. El rápido desarrollo de la IA podría asumir el primer paso en la redacción de documentos, que hasta ahora eran realizados por jóvenes asociados, continúa Öhner. Sin embargo, esto también conlleva riesgos si los abogados confían demasiado en los resultados de la IA sin comprobarlos suficientemente.

Según un artículo de Legal Tribune Online, se espera que la implementación de la IA en la industria jurídica provoque un cambio significativo tanto en términos de tareas laborales como de lugares de trabajo, cambiando fundamentalmente la forma en que trabajan los profesionales del derecho y su perfil laboral. Sobre todo, las actividades que surgen en las áreas de asistencia, investigación y redacción de contratos podrían eliminarse en el futuro mediante la automatización mediante herramientas de IA. Este desarrollo implica una posible reducción de la necesidad de capacidades humanas en estas áreas de tareas específicas.

Al mismo tiempo, el cambio digital también abre nuevos horizontes y ofrece campos de aplicación innovadores, como informa Legal Tribune Online. Mención aparte merecen áreas emergentes como la Ingeniería del Prompt Jurídico o el Diseño Jurídico. El cambio de tareas de los campos tradicionales a los basados ​​en la tecnología podría conducir a una reorientación de la profesión jurídica, donde las habilidades para lidiar con la IA y la capacidad de resolver problemas legales de manera creativa y tecnológica se vuelven cada vez más importantes.

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