Se dispararon salvas de fuego mientras las trompetas llevaban al público a un viaje a través de la historia. En honor al octogésimo aniversario de la liberación de Breda, veteranos, administradores de la ciudad y personas de todos los sectores sociales se reunieron en el cementerio militar polaco para conmemorar a estos héroes. El alcalde Paul Depla habló con el veterano de 101 años de la división blindada polaca: “La forma en que Breda ha tomado a Polonia en su corazón es verdaderamente única. Incluso dijo que en realidad quiere quedarse aquí”.
No es habitual durante una entrega de flores, pero durante la conmemoración hubo un fuerte aplauso para el veterano polaco de 101 años que combatió en ese momento. El alcalde Paul Depla habló después con el hombre, quien le contó lo maravillosa que había sido la recepción: “Dijo que no quería volver, que quería quedarse en Breda. Me parece muy impresionante cómo la comunidad de Breda apoya la conmemoración. Esos muchachos lo dieron todo, en la flor de su vida. Y eso para nosotros. Podemos estarles muy agradecidos por eso”.
Radek, hijo de uno de los libertadores, viajó desde Polonia para vivir el homenaje. Durante la ceremonia de colocación de flores, aporta una foto de su padre. Para él, el viaje valió la pena: “Sabía que todas estas celebraciones serían fantásticas, pero esto superó mis expectativas”, dice. “Es maravilloso ver cuánta gente viene, incluso hay jóvenes y niños. Si mi padre estuviera aquí, él también estaría orgulloso”.
Pero no sólo Breda honra a Polonia: el amor parece ser mutuo. Leon Deckers, de Breda Loco’s, la asociación de aficionados del NAC Breda, recibió junto con tres amigos un premio de manos del ministro polaco para los veteranos de guerra. Lo lleva con orgullo en el pecho durante la colocación de flores en el cementerio. León recibió el premio porque, junto con su asociación, desplegó una enorme pancarta en el estadio para agradecer a la libertadora polaca.
“Fue una experiencia realmente fantástica”, dice Leon mientras recuerda el partido del NAC contra el RKC Waalwijk. “El estadio NAC es el salón de Breda y, por lo tanto, una plataforma perfecta para exhibir nuestro mega banner”. También hizo una pancarta hace cinco años. “Ahí empezó el vínculo entre la NAC y Polonia”, afirma. Está sumamente agradecido al general Maczek y a sus soldados. “Maczek eligió conscientemente utilizar infantería en lugar de bombardear la ciudad. Como resultado, hubo grandes pérdidas entre los soldados polacos. Ni siquiera murieron por su propio país, lo hicieron por nuestra ciudad”.