El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo en una visita a la zona del desastre la semana pasada que “el Estado tratará con firmeza a las personas involucradas en saqueos o secuestros”. Para entonces ya se habían realizado decenas de detenciones.
Según testigos presenciales, la situación es tensa en las zonas afectadas por el terremoto.
Un total de 232 personas están siendo investigadas. Se convierten en sospechosos de saqueo, robo y fraude. El pasado fin de semana se emitió un decreto que amplía las facultades de los fiscales. Por lo tanto, las personas que han sido detenidas por saquear en Turquía pueden permanecer en prisión preventiva durante una semana. Anteriormente, los saqueadores podían ser detenidos por un máximo de cuatro días.
La representante turca de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, Emma Sinclair-Webb, entre otros, ya había expresado su preocupación la semana pasada por los informes no confirmados de que los saqueadores sospechosos están siendo maltratados. Sinclair-Webb pidió a las autoridades que actúen contra los saqueadores, pero también contra los que se toman la justicia por su mano.
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