Cassani: "Vittorio era elegancia, no solo sobre la moto. Y me enamoré del ciclismo gracias a él."

El exseleccionador de la selección vio en directo en Imola el triunfo de Adorni en el Mundial de 1968: «Fue un maestro para Gimondi y Merckx, fue un campeón también en la tele»

También Vittorio Adorni. No, no es posible. Después de Arnaldo Pambianco y Ercole Baldini nos ha dejado otro gran hombre. No ganó muchas pero importantes carreras. Un Giro de Italia de 1965, dejando a Italo Zilioli a más de 11′ de distancia, tercero el joven neoprofesional y compañero Felice Gimondi. Pero sobre todo ganó un campeonato del mundo, en 1968, en Imola.

ELEGANCIA

Vittorio era la elegancia personificada, en el pedaleo y en el hablar. En bicicleta se parecía a Jacques Anquetil, en televisión tenía la delicadeza de un Enzo Tortora. Sí, porque no solo fue un gran campeón sino también un hombre de la televisión. Invitado habitual de Sergio Zavoli en el ensayo escénico y, en 1968, condujo la emisión «Ciao mamma» en Rai con Liana Orfei. Vittorio fue el primer comentarista técnico de ciclismo en televisión porque tenía una propiedad poco común del lenguaje. Parecía un príncipe: elegancia, comportamiento, estilo, savoir faire. También ocupó cargos importantes como la vicepresidencia en la Unión Internacional de Ciclismo. Campeón, ejecutivo, televisivo pero también docente; Primero por Felice Gimondi, en 1965 y luego por Eddy Merckx en 1968.

IMOLA

Siempre he tenido a Vittorio en mi corazón porque lo conozco desde hace 54 años. En aquel famoso 1968, en Imola, yo también estuve allí. Tenía 7 años y mi papá me llevó a ver esa carrera que inmediatamente me pareció fantástica. Fue precisamente ese día que me enamoré del ciclismo y decidí que de mayor sería corredora. Vittorio fue, como decía, el primer comentarista técnico de ciclismo. Su comentario con el gran Adriano De Zan es legendario. Recuerdo que hice mi primer Mundial como comentarista técnico junto a él y Adriano, en Lugano, en 1996. Vittorio Adorni, un campeón, un señor, un señor, un gran hombre. Fue Vittorio, con su Campeonato del Mundo de Imola, quien me dio la cabeza llena de sueños ya partir de mañana, cuando salga a dar mis paseos habituales, pensaré en Vittorio. Empecé con él y seguiré con él hasta el final.



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