Caso resuelto, los hinchas del Inter podrán ingresar a Do Dragao

Después de horas de trabajo diplomático, se encontró una solución para todos los seguidores italianos, excepto para los aproximadamente 150 ultras portugueses a quienes se les prohibirá la entrada. Sin embargo, no hay camisas ni bufandas nerazzurri.

De nuestro corresponsal Filippo Conticello

Reuniones, llamadas telefónicas, autoridades italianas y portuguesas en el trabajo y, al final, se impuso el sentido común. El caso del día aquí en Oporto, el de la afición nerazzurri teóricamente obligada a permanecer fuera del estadio del Dragao por las restricciones impuestas anoche por las autoridades portuguesas, se resolvió hace poco. La mayoría de los aficionados del Inter, que compraron entradas fuera del sector visitante y en el sitio web del Oporto, podrán ingresar al estadio con normalidad para este partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. La apertura se aplica a todos los sectores excepto, no obstante, a la curva local, la parte más caliente de la afición local.

La solución

En concreto, hay alrededor de un millar de hinchas nerazzurri que habían comprado entradas por su cuenta, fuera del circuito del club Inter, y por tanto fuera del sector visitante (totalmente llenas en sus 2500 unidades…). Durante horas temieron la broma: tras gastar dinero en billetes, viajes y hasta alojamiento, parecían destinados a quedarse fuera de Dragao. En cambio, podrá mezclarse regularmente con la afición portuguesa, a pesar del comunicado de prensa oficial del club local que prohibió categóricamente esta eventualidad ayer por la noche: la elección del Oporto, legítima de derecho, surgió de hecho de un informe del autoridades locales por el riesgo del público. La gestión del Inter, y de primera mano el CEO Beppe Marotta se interesó por la cuestión y tras una reunión con el club portugués y la policía de los dos países se llegó a un acuerdo: casi todo el mundo puede ver el partido. Evidentemente, los interistas repartidos entre la afición local tendrán que entrar sin bufandas ni otras prendas que recuerden al club milanés. El ok es válido para todos los sectores del estadio, excepto uno: nada que hacer para esos aproximadamente 150 italianos que habían comprado cupones dentro de la curva portuguesa en los canales de Oporto. El riesgo es demasiado alto para ellos en un juego que ya se considera peligroso en sí mismo.



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