Sus posiciones proputinianas y contra el gobierno de Draghi (al que calificó de “intervencionista” por apoyar la guerra en Ucrania) avergonzaron a la mayoría y al M5. Pero el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado Vito Petrocelli -expulsado del Cinco Estrellas pero aún integrante del grupo- no tiene intención de dejar su puesto. “No renuncio porque sienta que represento la Constitución y la voluntad de los italianos”, aclaró al comienzo de una jornada dedicada por las fuerzas mayoritarias a buscar una salida.
renuncia en bloque
Al final, la única estrategia posible parecía ser la de la renuncia masiva de los senadores de la comisión. Una jugada que tendría como efecto despejar el organismo y, en consecuencia, la cesión de Petrocelli. Para dar el primer paso fueron los representantes del Partido Demócrata quienes entregaron su mandato en manos de la empresa matriz Simona Malpezzi. Pero los comisarios de M5S y Lega también han anunciado sus dimisiones. Los representantes de Forza Italia también están disponibles para dar un paso atrás y listo para partir está Adolfo Urso de los Hermanos de Italia, una fuerza que no apoya al gobierno. El único que ha declarado su disconformidad es el senador Emanuele Dessiex del M5S, que abandonó el movimiento porque no estaba de acuerdo con el apoyo del gobiernoDraghi y ahora en el Grupo Mixto con el Partido Comunista, símbolo que ayudó a traer de vuelta al Parlamento.
Hacia la cancelación de la comisión
La identificación de un posible camino se produjo al final de un largo líder de grupo y una posterior reunión del Consejo de Reglamento. Para intervenir, lo hicieron saber al final del concilio, se necesitan hechos concretos. Y así llegó el acuerdo tácito de montar en bloque la dimisión de la comisión. Una vez formalizadas las dimisiones de todos los senadores de la comisión, los presidentes de los grupos tendrán que manifestar su intención de no sustituirlos por compañeros de partido. En este punto el presidente del Senado María Elisabetta Alberti Casellati y la Junta para la regulación, desencadenaría la disolución de la propia comisión ante la imposibilidad de poder seguir ejerciendo sus funciones, en un momento tan delicado determinado por la guerra de Ucrania. Inmediatamente después, se procederá a la reorganización con el nombramiento de un nuevo presidente.