Caso Maccarani, los motivos: «Ofensa, pero para incitar a los deportistas»

La sentencia del tribunal de Federgymnastics. Contradicciones en los testimonios de las gimnastas Maurelli y Duranti

Contradicciones

Al explicar la infracción de Maccarani, el tribunal considera que «las expresiones utilizadas, aunque ofensivas, no fueron utilizadas con la intención de causar daño, sino con el objetivo de incitar a los deportistas y obtener un mayor compromiso en los ejercicios». Una conclusión, según Tfn, respaldada por el hecho de que ciertas expresiones afectaron especialmente a aquellas atletas que Maccarani quería regresar al primer equipo después de una lesión, como en el caso de Anna Basta. Sin embargo, al analizar los métodos de formación, el tribunal también afirma que «no hay motivos para dudar de que haya excedido en varias ocasiones los límites de corrección y respeto impuestos por la legislación federal, a pesar de tener en cuenta el contexto anteriormente expuesto», precisando que «El material probatorio adquirido durante el proceso no es inequívoco», lo que pone de manifiesto «contradicciones evidentes». Algunos más relevantes que otros, como los testimonios de Agnese Duranti o Alessia Maurelli (actualmente en la selección nacional), quienes negaron ante la fiscalía federal el uso de expresiones inapropiadas por parte de Maccarani, para luego admitir lo contrario ante la Fiscalía de Monza.

Trastornos alimentarios

Según el tribunal, respecto a la aparición de trastornos alimentarios en los deportistas que denunciaron los abusos, no existe ningún elemento que demuestre «la existencia de un vínculo etiológico», mientras que en referencia al control de peso se excluye la implicación de Maccarani, mientras que » Hay que suponer que a veces Olga Tishina comentaba los cambios de peso de los atletas». Sólo se han confirmado dos expresiones como «el niño crece» o «la barriga crece», que para el Tfn «no tienen, en abstracto, un valor manifiestamente ofensivo» porque, en cuanto a Maccarani, la intención sería «no perjudicar al deportista» y también «por el imperfecto dominio de la lengua italiana por parte de Tishina». Finalmente, el tribunal considera infundada la acusación de no haber solicitado apoyo para la gestión nutricional porque se ha establecido que desde 2019 en la Academia se encontraban el psicólogo Mauro Gatti y el nutricionista Dr. Marco Buccianti, quienes El tribunal considera «irrelevante» el hecho de que sea hijo del marido de Maccarani.



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