La Fiscalía de Roma ha cerrado la investigación contra el presidente del Napoli, Aurelio De Laurentiis, en la que se impugna el delito de contabilidad falsa en relación con la venta a la Roma del defensa Kostas Manolas en el verano de 2019. La investigación se añade al caso de Victor Osimhen, que llegó al Napoli procedente del Lille francés en 2020. Por esta última acusación, los fiscales capitolinos cerraron la investigación el pasado enero. Ambas operaciones acabaron en el punto de mira de la Fiscalía Capitolina, al estar la sede de Filmauro en Roma. Los abogados del propietario del Nápoles, Lorenzo Contrada y Fabio Fulgeri, han anunciado que su cliente está dispuesto a ser escuchado por los investigadores, como ya ocurrió en primavera con el caso Osimhen, “para aclarar todo el asunto”. Tras la declaración de De Laurentiis, se decidirá si se desestima el asunto o se envía al presidente del Napoli a juicio.
El caso Manolas
El fichaje de Manolas fue uno de los grandes fichajes de la sesión de verano del Nápoles de 2018 que le pagó 36 millones a la Roma, equivalente a la cláusula de rescisión. La operación permitió a la Roma registrar una plusvalía de aproximadamente 31,1 millones de euros, registrada en los estados financieros cerrados el 30 de junio de 2019. Kostas Manolas regresó a su tierra natal en diciembre de 2021 y se trasladó al Olympiacos. Alrededor de 3 millones de euros fueron al Nápoles. Queda por comprender el grado de implicación de los gitanos en aquel momento en manos de James Pallotta, dado que los gitanos registraron superávit en el presupuesto. Y según los fiscales Lorenzo De Giudice y Giorgio Orano, el caso se procesa por un delito en el que se inflaron los ingresos mediante operaciones económicas ilícitas, como plusvalías ficticias, que implican un acuerdo fraudulento entre los clubes vendedores y compradores.
El asunto Manolas ya se menciona en el acta de conclusión de las investigaciones que los fiscales capitolinos notificaron el pasado mes de mayo a los antiguos propietarios de la Roma, entre ellos Mauro Baldissoni y otros directivos, en el marco de la investigación sobre plusvalías en una serie de negociaciones para la venta de algunos jugadores, entre ellos Defrel, Marchizza y Frattesi, Zaniolo, Santon y Nainggolan, así como los de Cristante, Tumminello, Spinazzola y Luca Pellegrini.
El caso Osimhen
En cuanto al delantero nigeriano que ahora juega cedido en Turquía, la operación que le llevó a vestir la camiseta del Nápoles supuso el traspaso simultáneo al Lille, con una plusvalía global de poco menos de 20 millones de euros, de Oreste Karnezis, valorado en 5 millones, y de tres jóvenes futbolistas del sector juvenil (Claudio Manzi, Ciro Palmieri y Luigi Liguori) valorados entre 4 y 7 millones. Según el balance del Napoli que finaliza el 30 de junio de 2021, Osimhen recibió 76,4 millones, antes de lo que el Napoli obtuvo de las transferencias de los cuatro miembros.
Los investigadores del Napoli y sus dirigentes habían acusado dos delitos: fraude fiscal y contabilidad falsa. Para el primer cargo (fraude fiscal), la fiscalía de Nápoles había cerrado el caso porque la supuesta plusvalía no habría aportado ninguna ventaja fiscal. Sobre el otro cargo (falsa contabilidad), la fiscalía de Nápoles había enviado los documentos a los magistrados de la capital por incompetencia territorial (el Filmauro de De Laurentiis tiene su domicilio social en Roma). Desde el punto de vista penal, el expediente llegó a Roma en junio de 2022.