La policía registró la casa en mayo pasado después de que se observara la entrega de una bolsa que contenía 5 kilos de heroína.
Varias personas están registradas en la dirección. Los residentes han indicado que planean mudarse y ahora han cancelado el contrato de arrendamiento. El propietario del inmueble no ha respondido a la intención de cerrar la casa.
“La presencia de una cantidad comercial de drogas en una vivienda constituye una alteración del orden público, en parte por el peligro de fraude”, afirmó el municipio.