El grupo estadounidense de capital privado Carlyle Group está fusionando sus operaciones de inversión en energía e infraestructura mientras prepara un impulso renovado en negocios que incluyen combustibles fósiles.
La medida se produce cuando la fuerte demanda mundial y la perspectiva de flujos reducidos de petróleo y gas natural desde Rusia elevan los precios de la energía. El presidente ejecutivo de Carlyle, Kewsong Lee, destacó la inversión en gasoductos e instalaciones de exportación de gas natural licuado como áreas de oportunidad específicas para el grupo de capital privado con sede en Washington.
“Se están produciendo muchos cambios en todo el mundo y se generarán muchas oportunidades de inversión a nivel mundial en las próximas décadas”, dijo Lee al Financial Times.
Carlyle ha adoptado un enfoque diferente a la inversión en energía que competidores como Blackstone Group y Apollo Global Management, que han dicho que evitarán los combustibles fósiles en fondos futuros. Carlyle se resiste a la presión de los activistas climáticos para que se deshaga de sus participaciones energéticas de aproximadamente 8500 millones de dólares, incluida la producción de hidrocarburos. En cambio, Carlyle ha decidido que mantener la inversión en petróleo y gas es necesario para satisfacer las necesidades energéticas mundiales, aunque también respalda a los productores de energía solar y eólica.
“Nuestra filosofía es que no se puede desinvertir”, dijo Lee. “Tiene que abrirse camino a través de esta transición energética en todo el ecosistema energético, en todo, desde energía renovable hasta energía, upstream, midstream y downstream”.
La Agencia Internacional de Energía ha dicho que todos los nuevos proyectos de exploración de petróleo y gas deben detenerse si se quiere controlar el calentamiento global.
“La gente tiene que entender que esta transición llevará muchos, muchos años”, dijo Lee. “Se tendrán que invertir grandes cantidades de capital no solo para asegurar nuevas fuentes de energía, sino también para trabajar con las fuentes existentes para hacerlas mucho más respetuosas con el clima y sostenibles”.
La fusión de los equipos de inversión en energía e infraestructura de Carlyle es un esfuerzo de Lee para mejorar los resultados de Carlyle en mercados que cambian rápidamente. Las operaciones en expansión de Carlyle abarcan inversiones basadas en créditos y compras corporativas, así como infraestructura y energía. Lee se convirtió en el único director ejecutivo del grupo de inversión que cotiza en bolsa en septiembre de 2020 después de la partida de Glenn Youngkin, quien el año pasado fue elegido gobernador de Virginia.
Al principio de su mandato, Lee se centró en reposicionar la plataforma de inversión crediticia de Carlyle, que en ese momento estaba en apuros, nombrando nuevos líderes, simplificando la estrategia y expandiéndose a través de mayores inversiones y adquisiciones. Ahora, su prioridad es realizar cambios similares en las plataformas de energía e infraestructura, que son mucho más pequeñas que las de rivales como Blackstone y Brookfield Asset Management.
Como parte de la reorganización, Carlyle ascenderá a Macky Tall, presidente de sus operaciones de infraestructura, a un rol más amplio que le permitirá definir y poner en marcha la estrategia integrada de Carlyle.