Carlyle estudia la venta por 3.000 millones de euros del productor holandés de sal y productos químicos Nobian


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Carlyle Group está explorando una venta por 3.000 millones de euros del productor holandés de sal y productos químicos Nobian, según personas familiarizadas con el asunto.

Nobian, propiedad de Carlyle y del fondo soberano de inversión de Singapur GIC, produce sal de alta pureza, cloro y otros productos químicos especiales para su uso en aplicaciones que incluyen paneles solares, sistemas de almacenamiento de baterías y aislamiento.

El grupo estadounidense de adquisiciones ha mantenido conversaciones con bancos de inversión mientras se prepara para un posible proceso de venta, que se espera que comience el año próximo, dijeron las personas. Carlyle, GIC y Nobian declinaron hacer comentarios.

Carlyle y GIC adquirieron el productor de sal en 2018 cuando compraron la división química del conglomerado holandés Akzo Nobel por 10.100 millones de euros en lo que sigue siendo el mayor acuerdo europeo de Carlyle.

Los socios cambiaron el nombre de la división química de Akzo Nobel a Nouryon y luego escindieron Nobian en 2021.

El año pasado, Nobian obtuvo ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización de aproximadamente 400 millones de euros, dijeron las personas.

Bajo la dirección ejecutiva de Michael Koenig, Nobian ha establecido objetivos para reducir sus emisiones directas de carbono en un 50 por ciento para 2030 y en un 100 por ciento para 2040, al tiempo que realiza la transición de sus actividades de minería y procesamiento con uso intensivo de energía a energía eólica y solar.

Nobian es uno de los mayores emisores industriales de los Países Bajos y el año pasado firmó un acuerdo con el gobierno holandés para trabajar juntos para reducir sus emisiones de carbono más rápidamente.

Carlyle no ha dudado en invertir en empresas europeas con gran consumo energético que necesitan descarbonizarse.

En 2019, adquirió el 37 por ciento de la petrolera y gasista española integrada Cepsa. En junio, compró una cartera de proyectos de petróleo y gas en Italia, Egipto y Croacia que formarán la base de un nuevo productor centrado en el Mediterráneo.

En cada caso, Carlyle exige que las empresas de su cartera establezcan objetivos de reducción de emisiones en línea con los objetivos del acuerdo climático de París.

Parte de la apuesta de Carlyle es que al reducir las emisiones, sus empresas serán más valiosas cuando el fondo necesite salir.

“Es parte de nuestra tesis de inversión”, dijo Megan Starr, directora global de asuntos corporativos de Carlyle, al Financial Times en junio. “¿Cuál es el potencial máximo de descarbonización factible que podemos implementar y ejecutar durante nuestro período de tenencia?”

Si bien los principales usos de los productos químicos a base de sal de Nobian siguen siendo productos de uso diario, como textiles, productos farmacéuticos y desinfectantes, también son vitales para soluciones de energía limpia, como baterías de vehículos eléctricos y turbinas eólicas.

La empresa extrae sal en los Países Bajos desde 1918 y también está explorando el uso de cavernas de sal subterráneas para almacenar hidrógeno, gas natural y energía renovable en forma de aire comprimido.

Nobian tiene plantas de producción en los Países Bajos, Alemania y Dinamarca y emplea a unas 1.600 personas.

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