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El director ejecutivo de Carlyle Group, Harvey Schwartz, presentó el miércoles nuevos objetivos para el crecimiento y la rentabilidad de la firma de capital privado, mientras el ex ejecutivo de Goldman Sachs busca persuadir a los accionistas de que puede revivir al pionero de las adquisiciones.
Carlyle dijo que esperaba aumentar las ganancias basadas en comisiones en casi un 30 por ciento este año a 1.100 millones de dólares y atraer más de 40.000 millones de dólares en nuevo capital inversor. Dijo que también aumentaría sustancialmente los márgenes de beneficio y la recompra de acciones.
Los nuevos puntos de referencia financieros indican un creciente optimismo en el grupo de inversión después de un período de estancamiento y agitación administrativa.
Schwartz, quien se convirtió en director ejecutivo hace un año, está trabajando para revertir años de pobre desempeño del precio de las acciones en comparación con pares como Blackstone Group, KKR y Apollo Global. Los objetivos indican su creencia de que ha identificado formas de acelerar la actividad dentro del grupo, particularmente en sus unidades de inversión basadas en seguros y crédito de rápido crecimiento.
“Quiero subrayar que Carlyle está invirtiendo primero en crecimiento sin dejar de ser disciplinado en cuanto a los gastos”, dijo Schwartz. “Se trata de concentración, excelencia en la ejecución y trabajo en equipo. Si hacemos todo eso, el precio de las acciones seguirá”.
Sin embargo, los objetivos siguen siendo modestos en comparación con los de sus rivales, que se prevé que ganen más del doble de los 1.100 millones de dólares que Carlyle pretende.
Schwartz ha tenido que lidiar con una desaceleración en los grandes acuerdos corporativos debido al fuerte aumento de las tasas de interés y la renuencia de los inversionistas institucionales a respaldar sus nuevos fondos después de una sucesión fallida de los tres multimillonarios fundadores de la empresa.
Pero el miércoles Carlyle reveló ganancias del cuarto trimestre mejores de lo esperado. Carlyle generó 254 millones de dólares en ganancias basadas en comisiones, superando las estimaciones de 207 millones de dólares de los analistas encuestados por Bloomberg, mientras un impulso de recaudación de fondos elevó los activos bajo gestión a un récord de 426 mil millones de dólares.
Carlyle también presentó planes para apaciguar a los accionistas cambiando la forma en que paga a los negociadores, siguiendo los pasos dados por Apollo, Blackstone y KKR.
Tiene la intención de aumentar el porcentaje de ganancias que sus accionistas reciben de los honorarios básicos de gestión, creando un flujo de ganancias altamente predecible para que los accionistas públicos lo valoren. Como compensación, Carlyle está transfiriendo una mayor parte de sus lucrativas pero episódicas comisiones de rendimiento (intereses acumulados) a sus negociadores. Carlyle asumió un cargo no monetario de 1.100 millones de dólares en el cuarto trimestre vinculado al cambio.
La empresa también aumentó su autorización de recompra de acciones de 400 millones de dólares a 1.400 millones de dólares, una medida diseñada para impulsar el precio de sus acciones. “Tenemos la intención de desplegar activamente este capital y nuestra junta directiva y nuestro equipo directivo ven un valor convincente en nuestras acciones”, dijo el director financiero John Reddett.