Se hacía llamar Hitler y obligaba a los prisioneros a imitar perros, gatos y burros. El carcelero que, por pura diversión, organizó un sádico reinado de terror quizás simboliza todo el horror que tuvo lugar en las mazmorras sirias. Ciertamente no faltan opciones: según la Red Siria por los Derechos Humanos, había 72 formas diferentes de torturar a alguien.
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