Las vacaciones de Navidad han comenzado de forma caótica en varios lugares de los Alpes. Las lluvias invernales provocan situaciones peligrosas y carreteras cerradas. Fuertes ráfagas de viento provocaron la caída de árboles sobre los cables eléctricos, dejando a miles de personas sin electricidad. Las zonas de esquí abren sólo unos pocos remontes o incluso permanecen completamente cerradas. El peligro de aludes es elevado. Se espera que las tormentas duren hasta el día de Navidad.
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