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El partido final del torneo de fútbol Copa América entre Argentina y Colombia se retrasó por más de una hora mientras los funcionarios en Miami luchaban por controlar a las multitudes que intentaban ingresar al estadio sin entradas.
Imágenes y videos en las redes sociales el domingo por la noche mostraron a personas vestidas con camisetas de fútbol trepando por los conductos de ventilación hacia el estadio, así como a multitudes agobiadas presionando las puertas de entrada, que se abrieron de golpe, lo que provocó angustia y confusión.
“Miles de aficionados sin entradas intentaron entrar por la fuerza”, dijo el Hard Rock Stadium en una publicación en X.
Los jugadores saltaron al campo tras una demora de aproximadamente una hora y 20 minutos. Argentina ganó el partido 1-0 y se adjudicó su segundo trofeo consecutivo de la Copa América, a pesar de que su estrella Lionel Messi sufrió una lesión en el segundo tiempo que lo obligó a no jugar.
Es probable que la debacle en el Hard Rock Stadium el domingo por la noche plantee dudas sobre la preparación de la ciudad para albergar partidos de la Copa Mundial en dos años. Miami será una de las 16 ciudades anfitrionas en América del Norte para el torneo de 2026.
El Departamento de Policía de Miami-Dade dijo que hubo “varios incidentes” antes de la apertura de las puertas del estadio, que atribuyó al “comportamiento rebelde” de los fanáticos.
“Estamos trabajando activamente con el Hard Rock Stadium para garantizar un entorno seguro para todos los asistentes”, escribió el departamento en X.
El estadio con capacidad para 65.000 asientos es el hogar de los Miami Dolphins de la Liga Nacional de Fútbol Americano y regularmente alberga eventos de alto perfil, incluidas las carreras de Fórmula Uno y el Eras Tour de Taylor Swift.
La ciudad de Miami se ha convertido en un destino de prestigio para los deportes mundiales, especialmente el fútbol, culminado con la llegada de Messi para jugar en la franquicia Major League Soccer de la región.
“La última semana de la Copa América se vio empañada por imágenes verdaderamente perturbadoras que hablan de problemas profundos y subyacentes con la organización del torneo”, escribió Men in Blazers, una empresa de medios con sede en Estados Unidos dedicada a la promoción del fútbol, en una publicación en X.
Los disturbios del domingo siguieron a las escenas calamitosas al final de la semifinal de la semana pasada entre Uruguay y Colombia en Charlotte, Carolina del Norte, en la que los jugadores del equipo uruguayo irrumpieron en las gradas y comenzaron a pelear contra los hinchas colombianos.
La Conmebol, organizadora del torneo, dijo en un comunicado que estaba investigando el incidente.
El Charlotte Observer escribió en un editorial: “Sin importar cuáles sean los resultados de la pelea (suspensiones, arrestos, demandas, lo que sea), está claro que este altercado posterior al juego le dejó una mala imagen a Charlotte”.