Canciller Scholz años después de la invasión: ‘La guerra de agresión no debe volver como una herramienta política’


El canciller Olaf Scholz en la pantalla de una cámara de televisión, bajo la cúpula del Reichstag, durante su discurso sobre un año de guerra.Imagen AFP

Scholz pronunció un discurso ante el Bundestag, la Cámara Baja alemana, en el que hizo balance de un año de apoyo alemán a Ucrania. El canciller dijo que su país ya ha entrenado a 3.000 soldados ucranianos. Otros mil soldados están actualmente en formación. El objetivo final, informó esta semana el Ministerio de Defensa alemán, es entrenar a 30.000 soldados ucranianos. «Esto convierte a nuestro país en un lugar de entrenamiento central para los soldados ucranianos en Europa», dice Scholz.

En el año siguiente al inicio de la ‘guerra de agresión rusa’, Alemania también gastó 14 mil millones de euros en apoyo militar, económico y humanitario para Ucrania. Parte de eso, dijo Scholz, son innumerables sistemas de armas: vehículos de combate, sistemas de misiles avanzados, defensas aéreas para proteger las principales ciudades y ahora tanques.

Hay más en camino, dijo Scholz: “Alemania está actuando con determinación, consideración y en estrecha cooperación con sus socios. Y así sigue siendo.

Amenaza para el orden de paz europeo

Según Scholz, la guerra de agresión rusa contra Ucrania representa una amenaza para el orden de paz europeo al que Rusia también se comprometió cuando prometió en los Acuerdos de Helsinki de la década de 1970 no volver a mover las fronteras de Europa por la fuerza. Europa debe defenderse de esto, dijo la Canciller.

‘A nosotros sin hierba, nunca más, significa que el imperialismo ruso no debe prevalecer. La guerra de agresión no debe volver a ser una herramienta política. El mensaje de todo el mundo a Rusia debe ser: retírense de Ucrania y la guerra terminará en un instante”.

Más de lo habitual para un líder alemán, Scholz enfatizó la estrecha cooperación internacional y el amplio apoyo político alemán para el suministro de armas a Ucrania. Dio las gracias a la oposición en su propio país, al pueblo alemán ya los socios europeos y transatlánticos. Mencionó a los Países Bajos varias veces como socio en el suministro de sistemas de armas, incluido el tanque Leopard 1 y el sistema de artillería de obuses blindados.

Scholz agradeció a India por albergar el G20, a las naciones latinoamericanas por apoyar una resolución de la ONU que condena a Rusia ya China por insistir en que Rusia no debe usar armas nucleares.

También tuvo una advertencia para China: no entreguen armas a un agresor en una guerra territorial europea. Beijing consideraría vender drones letales a Rusia. China quiere evitar que una derrota rusa favorezca demasiado los intereses estratégicos occidentales.

Lenta acumulación militar

El mensaje de cooperación internacional y unidad alemana fue aún más importante ya que Alemania se vio afectada por una gran manifestación contra las armas la semana pasada para Ucrania. La manifestación fue organizada por la diputada disidente Sahra Wagenknecht del partido de extrema izquierda Die Linke, en contra de los deseos de su propio partido.

Los manifestantes exigieron el cese inmediato de las entregas de armas a Ucrania, un alto el fuego y negociaciones con Rusia. Los periódicos alemanes estaban llenos de eso, porque Wagenknecht está tratando de establecer un vínculo cruzado con la derecha radical y de extrema derecha en Alemania. También quieren poner fin al apoyo a Ucrania. Al final, solo unos pocos miles de manifestantes se presentaron en Berlín el sábado y un puñado de extremistas de derecha.

Sin embargo, Scholz comenzó su discurso con una crítica de la reunión y un resumen del punto de vista alemán y occidental. “No podemos conseguir la paz aquí en Berlín sin deshierbador Krieg mientras exigía el fin del apoyo a las armas», dijo el Canciller. «Si Ucrania deja de luchar, no significará la paz, significará el fin de Ucrania. No se puede negociar con un arma contra el sueño.

Después del discurso de Scholz, Friedrich Merz, líder del principal partido de la oposición, la CDU, también denunció «la extraña comunalidad de la extrema izquierda y la extrema derecha en una manifestación en la que se intercambian perpetrador y víctima».

Risa alrededor de 100 mil millones

Las risas brotaron de los bancos de la oposición cuando Scholz habló sobre el fondo especial de 100 mil millones de euros destinado a las fuerzas armadas alemanas. Su eficacia se ve obstaculizada no solo por años de financiación insuficiente, sino también por una burocracia notoria. Un año después de que Scholz anunciara este fondo en su ahora famoso discurso Zeitenwende, apenas ha llegado dinero extra a la Bundeswehr. Scholz se mantuvo firme: la mayor parte de los proyectos de inversión militar planificados se pondrán en marcha este año.

Para el oyente, también hubo un mensaje, por partida doble, de unidad en su propia coalición. No es ningún secreto que la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock (Los Verdes), ha estado presionando a aliados como Estados Unidos y Gran Bretaña en los últimos meses para que suministren los principales carros de combate a Ucrania, en contra de los deseos de Scholz.

Revista semanal ese tiempo publicó un artículo mordaz al respecto este mes la ruptura entre el canciller del SPD, Scholz, y el ministro de los Verdes, Baerbock. Hacía meses que no se hablaban. Scholz agradeció a Baerbock por sus incansables esfuerzos en nombre de un amplio frente internacional contra Rusia, en la ONU y en torno al G20 esta semana en Delhi.



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