Cancelación del concierto del didgeridoo Tom Fronza por “apropiación cultural”: a mediados de octubre, Fronza y su grupo musical debían actuar en el Bicycle Cinema Combine de Kiel (“FKK”). Sin embargo, los organizadores lo cancelaron, como informan los propios “Kieler Nachrichten” y Fronza. La razón: el uso del didgeridoo por parte de Fronza fue una “apropiación cultural”.
El comediante Dieter Nuhr ya se hizo cargo del evento y lo utilizó en un espectáculo, para disgusto de Fronza, a quien no le agrada especialmente el comediante.
Tom Fronza tiene “la bendición de los pueblos indígenas” – gran declaración en Facebook
Luego, Fronza escribe varias publicaciones de una página A4 sobre el incidente en Facebook. En su primera publicación, el músico califica las acusaciones de “infundadas” y señala que toca el didgeridoo desde hace casi 30 años y tiene estrechos vínculos con varias comunidades aborígenes australianas.
Diferencia entre el uso tradicional del instrumento y su aplicación contemporánea y explica que la palabra “didgeridoo” es en realidad un término occidental:
“He estado tocando este instrumento durante casi 30 años y viví principalmente en Australia Occidental durante algunos años y tuve mucho que ver con la gente de Noongar allí. Sin embargo, también tengo una cierta conexión con los Yolngu del norte de Australia. Ahí es donde el instrumento tiene sus raíces más profundas en Australia y se llama Yidaki, Gunbork o Gunbarrak Garra, no didgeridoo”.
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“¡Hay prejuicios culturales!” – Tom Fronza aclara sus puntos de vista
En otro post, Fronza deja claro en una lista que considera importante el discurso sobre la apropiación cultural y reconoce que hay situaciones en las que la acusación está justificada. Tampoco quiere ser utilizado para agendas políticas, no ve la cultura de la cancelación como una amenaza importante y considera que el movimiento ciudadano enojado es una emoción y no una postura política. Tampoco guarda rencor contra el nudismo, pero ve en él problemas estructurales y comunicativos.
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Ira contra Dieter Nuhr
Fronza escribe sobre el uso que hace Nuhr del tema: “Por cierto, creo que Nuhr es una mierda, ¡para mí es un espectáculo para ciudadanos enojados! Y no, a estas alturas no veo que la extrema izquierda represente un peligro tan grande como la derecha. Evidentemente hay extrema izquierda que son tan engreídos como la extrema derecha, ¡sí! Pero ni son tan numerosos, ni tienen tanta influencia política, ni están a punto de lograr resultados electorales aplastantes con un partido completamente antidemocrático”.
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