El nuevo desafío termina con éxito: en el debut en un partido de 3 rondas, la corista domina frente a su esposo e hija.
Una primera vez de ensueño, dentro del encantador Palacio Real de Venaria Reale. Elisabetta Canalis subió al cuadrilátero como novata a los 43 años: pero parecía una veterana, entre las dieciséis cuerdas. Guantes y protecciones como luchadora, Angelo Valente en su rincón: su mentor y entrenador durante cuatro largos años de entrenamiento que en un momento la acompañaron directo a la decisión de pelear de verdad, en un combate enclavado en una gran velada de kickboxing. Empezó con tanta emoción, terminó con un éxito en los puntos y la fiesta con amigos y seres queridos, en especial su esposo, Brian Perri, y su hija, Skyler Eva. Y los muchos presentes en la reunión, intrigados por ver al antiguo tejido con ropa completamente nueva, ciertamente no se sintieron decepcionados.
Debut
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Para darle la bienvenida al ring una amiga, Federica Fontana, locutora de ring para la ocasión. “Les presento a una gran amiga, una gran mujer”, dijo cuando Elizabeth entró en la habitación. La emoción del debut jugó una mala broma a más de la retadora, Rachele Muratori, de veintiún años, estudiante de segundo año de Idiomas en la Universidad de Bolonia y con aspiraciones como fashion influencer en el mundo de la moda. Canalis fue más concreta en el corto y más incisiva en la media y larga distancia: empató bien, marcó los tiempos y supo llevar un buen ritmo. Casi pudo cerrarlo prematuramente, al final del segundo de tres asaltos de 90 segundos cada uno: pero luego la campana perdonó al oponente. La ex corista impactó el partido como una hiena, señalan durante la entrega de premios. “Porque tenía hambre -responde sonriendo-. Cuando tengo hambre estoy ensangrentado”. Luego admite: “Estoy de vuelta al cien por cien, fue muy divertido”. Y para verla salir del ring con esa sonrisa, hay que pensar que quiere volver pronto, a pelear una vez más.
18 de junio de 2022 (cambio 18 de junio de 2022 | 23:34)
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