Camilla: el asalto de la Premier asusta al Inter. El club lo encierra, pero…

El Liverpool es el club más atraído, pero no pierdas de vista al Chelsea y al United también. Por ahora Nicolò no abre, pero para evitar riesgos los nerazzurri tienen que vender a Gosens y Brozo

Filippo Conticello-Vincenzo D’Angelo

Hay un espectro que empieza a sacudir las noches de verano del Inter. Todavía se puede ver a lo lejos, de momento se encuentra a una distancia segura, pero es razonable pensar que tarde o temprano rondará peligrosamente por la sede de viale della Liberazione. Se llama Premier League, entendida como una fábrica de beneficios y como la primera liga del planeta: a través de algunos de sus mejores equipos, Inglaterra corteja seriamente a Nicolò Barella desde la distancia. El Liverpool de Jurgen Klopp, que alguna vez tuvo la misma electricidad que Nicolò y que ahora quisiera recuperarla fichando al centrocampista del Inter, está al frente de la banda, pero también llegaron llamadas telefónicas interesadas a los directivos nerazzurri del Chelsea y el Manchester United. Alta nobleza británica, mucho más atractiva que la árabe Newcastle que había enviado las primeras señales. En definitiva, el astro azul gusta y también mucho, hasta el punto de que las escuadras adineradas de la Premier League solo esperan un guiño para presentar una gran oferta en Milán y ofrecer a Barella un salario prácticamente el doble del actual. Por ahora, al menos formalmente, todo está en silencio pero, si entrecierras la mirada, puedes notar cierta agitación detrás del escenario. El agente del jugador, Alessandro Beltrami, de hecho, ya ha viajado varias veces al Reino Unido y sus oídos están inevitablemente aguzados hacia la Premier League. No hace falta decir que el Inter nunca se privaría por su propia voluntad de un jugador al que consideran un símbolo: el número 23 es un tótem para las masas y no solo el motor de todo el equipo de Inzaghi. El club de Zhang es consciente del poder de seducción de las libras, pero hasta el momento se siente alentada por la plácida tranquilidad de Barella. Si el noviazgo, especialmente el de Klopp, ha llegado a sus oídos, Nicolò no ha dado señales de ceder. Pero, ¿seguirá siendo así si el interés británico se vuelve más apremiante? ¿Qué pasa si ciertos cheques caen sobre la mesa?

testamento de nicolò

La experiencia en Viale della Liberazione enseña que, en ciertos casos límite, siempre es la voluntad del jugador la que inclina la balanza hacia un lado o hacia el otro. Ciertamente, a Barella le está yendo bien en Milán y con solo 26 años ya ha formado una familia feliz, tres niñas pequeñas junto con su esposa Federica. Aparentemente, un porro perfecto al que también hay que sumar el cariño desbordante de la afición: no es casualidad que, nada más conocer los primeros borradores ingleses, los ultras de la Curva Nord recurrieran a una historia de Instagram para reiterar con su seca estilo hasta qué punto Nicolò es considerado «intransferible». Pero nadie en el Inter puede apartarse de la realidad estos días: pasar de un salario de 5 al año a uno de 10 (como mínimo) es una perspectiva que puede animar cualquier escenario, incluso el aparentemente más tranquilo. De ser así, sería imposible que el Inter igualara el mismo sueldo y, en este rígido régimen de autofinanciación, oponerse de entrada a las maxiofertas inglesas. La nota, sin embargo, es obligada aquí: para el Inter, Barella cuesta desde 80 millones en adelante. Para que quede claro, al menos veinte más de lo que ya pagó el Liverpool por el argentino Mac Allister, uno de los jugadores elegidos por Klopp para el restyling que acaba de comenzar en el centro del campo. El Chelsea, como sabemos, ya tiene mesa puesta con los nerazzurri: siempre son un interlocutor privilegiado, pero podrían distraerse con la negociación por el ecuatoriano Caicedo de Brighton. El United, además de Nicolò, también mira al Monte del Chelsea: es la confirmación de que hasta en el Manchester rojo quieren dar un salto en el medio.

El paisaje

En estos momentos, el Inter solo puede entender de qué lado sopla el viento -el crecimiento del interés inglés en Barella se ha notado sobre todo en los últimos días- y considerar todos los escenarios posibles. Por ahora, la confianza es el sentimiento predominante, también porque el peligro solo se volvería real si Nicolò cambiara lentamente sus creencias y se abriera a una venta. Por lo demás, el club ya se ha «protegido» indirectamente al haber llegado a un acuerdo para traer al Milán a Davide Frattesi, considerado una especie de Barella en ciernes. Inzaghi y los entrenadores quisieran que esos dos jueguen juntos, ciertamente no uno en lugar del otro, pero para que esto suceda, se necesitan transferencias rápidas. No solo servirían para concretar la compra al Sassuolo, sino también porque los nerazzurri, al monetizar de inmediato, sortearían cualquier posible riesgo en torno a Barella. Los discursos salientes más avanzados siguen siendo los de Robin Gosens, a punto de volver a la Bundesliga: entre Union Berlin y Schalke se espera recaudar al menos 15 millones. Además, intentan montar el canal naciente con Arabia, en detalle con Al-Nassr de CR7, para quitarse también el sueldo a Marcelo Brozovic. Sin olvidar el caso Onana porque, al menos según el proyecto inicial del Inter, el camerunés iba a ser sacrificado en el altar de las cuentas, la mayor venta «necesaria» para financiar los ingresos. La petición de 70 millones asustó al Chelsea que, bajo la nueva dirección de Pochettino, parece haber decidido concentrar el presupuesto en otros sectores del terreno de juego. Por otro lado, el United podría volver a la normalidad, sobre todo en caso de no renovación de De Gea. En este caso particular, las compras de la riquísima Premier serían mucho más toleradas en el Inter. Atrapado entre las necesidades de autofinanciación y la reducción de salarios que dicta el nuevo Acuerdo Conciliatorio, el club de Zhang trata de respetar esta delicada misión: quiere evitar que se desencadene sobre Barella una avalancha difícil de frenar. Por eso hay que apuntalar su «intransferibilidad»: urge hacer caja rápido con otros jugadores y, sobre todo, confiar en el famoso «interismo» de Nicolò.



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