La marca Calvin Klein, que pertenece al grupo de ropa PVH Corp, es conocida por sus provocativas campañas publicitarias. Ahora ha desatado una nueva polémica con su última campaña protagonizada por un hombre transgénero embarazada.
Como parte de su campaña mundial del Día de la Madre, Roberto Bete, un hombre trans en etapa avanzada, y su pareja Erica Feeha aparecieron en una campaña que, según Calvin Klein, ilumina las realidades de las nuevas familias.
La publicación de Instagram de Calvin Klein se inundó de comentarios positivos que respaldan la postura de la campaña sobre la inclusión. Había un carrusel de imágenes de diferentes familias, desde madres solteras hasta parejas de diferentes orígenes étnicos.
En un pie de foto, la pareja escribió: “Podemos reproducirnos biológicamente o desde el corazón… nuestro lugar es amar y ser amados”.
Si bien algunos usuarios elogiaron a Calvin Klein por enfatizar las familias modernas sobre los modelos a seguir tradicionales, otros fueron menos positivos y comentaron “cancelar”, “bloquear” y “No volveré a comprar esta marca”. la ropa y los productos se fabrican en países donde las personas LGBTQ son castigadas o asesinadas debido a sus leyes, no es más que una señal de virtud y contribuye a una división ya terrible en nuestro país”.
En un comunicado, Calvin Klein respondió: “Damos la bienvenida a esta plataforma como un entorno inclusivo y respetuoso para el individualismo y la autoexpresión. En Calvin Klein, toleramos todo menos la intolerancia: se eliminarán los comentarios intolerantes y es posible que se prohíban las cuentas que publiquen expresiones de odio.
La controversia está en el ADN de Calvin Klein
La compañía ha generado controversia desde 1980, cuando se criticó el anuncio de mezclilla de Calvin Klein protagonizado por la adolescente Brooke Shields en jeans súper ajustados. La famosa frase de Shields: “¿Quieres saber qué se interpone entre mis Calvins y yo? Nada” se consideró sexualmente sugestivo en ese momento e incluso fue prohibido en varios países.
En 1992, el controvertido anuncio en el que Kate Moss, de diecisiete años, posaba en topless junto a Mark Wahlberg, el rostro de Calvin Klein Underwear durante mucho tiempo, causó revuelo. Muchos pensaron que Moss era demasiado joven para estar en topless en las vallas publicitarias y la televisión. Solo unos años más tarde, una campaña filmada por Steven Meisel presentaba a un grupo de jóvenes modelos en jeans y camisetas de tirantes haciendo una audición para lo que se suponía que era una película para adultos. Aunque las modelos eran mayores de edad, la campaña fue criticada por las agencias de protección juvenil y la American Family Association.
Este artículo se publicó anteriormente en FashionUnited.uk. Traducción y edición: Barbara Russ.