Sin conexión, pero mucha navegación. Cada vez más cabinas telefónicas en desuso en Berlín se están convirtiendo en intercambios de libros.
Doble reciclaje porque los tiempos están cambiando. Desde que existen los teléfonos celulares, la cantidad de cabinas telefónicas ha ido disminuyendo. Todavía se pueden encontrar alrededor de 1000 piezas en la capital. Al mismo tiempo, los libros se desechan cada vez con mayor frecuencia y los anticuarios ya casi nunca compran libros antiguos. El mercado simplemente está inundado.
Ya hay casi 100 celdas de intercambio en Berlín. Principio simple: si publicas un libro, puedes llevarte uno contigo. La experiencia ha demostrado que se pueden encontrar verdaderas perlas en las cajas de los libros.
► En el “Stuttibox” de la Stuttgarter Platz, por ejemplo, una edición de “The Threepenny Romance” de Bertolt Brecht, impresa en 1950, es decir, en vida del poeta. Nuevo precio en rústica: ¡14 euros!
► También llama la atención una edición de Ludwig Thoma de 1929, con encantadoras ilustraciones.
► Una guía de viajes de arte de Dumont a Brasil se encontraba en una celda en Müllerstrasse en Wedding. Hace apenas 30 años costaba una pequeña fortuna, más de 40 marcos alemanes.
► Y en Lübars, donde los caballos pastan en los pastos de los alrededores, los reporteros descubrieron el apropiado volumen “Qué es qué” “Caballos”.
En cada caja de libros hay libros cuyo precio total nuevo es mucho más alto que el valor de la cabina telefónica. Las cabinas telefónicas en desuso cuestan alrededor de 500 euros si las compra directamente de Telekom en Michendorf cerca de Potsdam (y las transporta usted mismo).
Por cierto, la primera cabina telefónica se instaló en Berlín y el “quiosco telefónico” se inauguró en 1881 en Potsdamer Platz.