Caballos rampantes: en Sportweek los secretos de los dos pilotos de Ferrari en el inicio del Mundial


En el próximo número de Sportweek, la charla con los dos abanderados de Ferrari. La pasta blanca de Leclerc y las faijtas de Sainz. Desafíos de golf y juego. Y luego la música, los viajes, los ídolos… antes de que hoy, con el inicio del mundial de F1, el espacio para su vida privada se reduzca, los dos pilotos revelan quiénes son y qué hacen fuera de la pista.

Un momento antes de arrancar el coche, un vistazo a la vida de Charles y Carlos. Antes de que aceleren y sobre todo antes de que ambos, Leclerc y Sainz, bajen esa visera que supone un respiro para ellos. Hay un antes y un después. No hay piloto que en ocasiones más o menos oficiales no lo haya dicho al menos una docena de veces: “Cuando bajo la visera…”. Cuando sucede de repente todo cambia. El mundo ya no existe, sólo queda un espíritu competitivo exasperado, un ansia de competencia que parece un espíritu de supervivencia, un pragmatismo rayano en la crueldad. Incluso Charles, con su mirada bonachona, incluso Carlos, con esas maneras simpáticas de buen chico, cuando miran el mundo desde detrás de esa membrana transparente se transforman. Y por tanto, si querías hablar un poco sobre la vida y su entorno tenías que escucharlos primero. Antes de la temporada más larga de la historia de la Fórmula 1. “Los pilotos de hoy son pequeños robots controlados por gabinetes de prensa, patrocinadores y agentes”, leemos y escuchamos continuamente a aquellos que no pueden evitar sentir nostalgia y lamentar el oro real o supuesto. siglos. Pues no, no es así. Los muchos superlativos de Charles, las respuestas siempre mesuradas y muy lúcidas de Carlos, cuentan la verdadera vida de dos de esos veinte tipos que estarán en el centro de una audiencia global durante 24 fines de semana. Y estarán allí vestidos con el color que a todos les gustaría lucir: el rojo Ferrari. En otros lugares leeréis sobre aspiraciones y exámenes técnicos, sobre el ritmo de carrera y la degradación de los neumáticos, sobre el contrato de uno, Charles, prorrogado por años, y el del otro, que ha expirado y ya no se renueva, para que él, Carlos, pueda Vive todo el año entre la desilusión y el deseo de venganza. Aquí, antes de empezar, echemos un vistazo a sus gustos y pasiones. A sus días antes y después de llevar el traje y el casco. Para conocerlos mejor, desde su propia voz. Y tal vez para descubrirlos más de cerca.



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