Vivir con una enfermedad renal es extremadamente difícil. La lista de espera para un riñón donado es larga, razón por la cual algunos pacientes renales empiezan a buscar uno ellos mismos. A menudo utilizan Facebook u otras redes sociales con la esperanza de encontrar a alguien con un corazón de oro y la pareja perfecta. ¿Qué tan significativo es eso?
1,7 millones de personas en nuestro país padecen daño renal crónico. En miles de ellos hay incluso daños renales graves y los riñones corren peligro de fallar. La diálisis o mejor aún, un donante que done un riñón sano, es de vital importancia.
Según las cifras de la Fundación del Riñón, cada año se suman dos mil pacientes renales a los Países Bajos. La insuficiencia renal ocurre cuando los riñones funcionan menos del quince por ciento. Si dejan de funcionar, mueres.
Con la diálisis renal, los productos de desecho se filtran de la sangre de tres a cuatro veces por semana. Un trasplante le ayudará mucho, pero no es fácil conseguir un riñón donado. Ahora hay 923 personas en la lista y ese número crece cada año. Todos esperan un nuevo riñón.
“La búsqueda de un salvador a través de las redes sociales es más o menos aceptada”.
Algunas personas están tan desesperadas que ellas mismas buscan activamente un donante. Hacen un llamamiento en las redes sociales, como Facebook. A veces con éxito. Como ocurre con Dénis van Vliet de Tilburg. Buscó durante tres años ese billete de lotería y finalmente Marja se presentó, decidida a ayudar al residente de Tilburg gravemente enfermo. El riñón donado funcionó bien y Dénis vuelve a disfrutar de la vida.
Las cifras de la NTS (Fundación Holandesa de Trasplantes) muestran que el 11 por ciento de las donaciones de riñón de un donante vivo las realiza alguien que no es un miembro de la familia. “Se trata de alguien de su propio círculo de amigos o conocidos o de alguien a quien conocen a través de las redes sociales”, dice Martijn Ubbink de la Kidney Foundation.
Según la Kidney Foundation, los médicos suelen aconsejar a las personas que están tan enfermas que sus riñones corren el riesgo de no poder encontrar un donante adecuado. Buscar un ángel salvador a través de las redes sociales es una ruta más o menos aceptada.
“Es un gran paso porque alguien se expone mucho”.
“Es un gran paso porque entonces alguien revela mucho de sí mismo”, dice Ubbink. “Refleja el miedo de los pacientes renales a que un riñón donado tarde mucho tiempo”.
Además, es como buscar una aguja en un pajar, porque no todos los riñones son adecuados para todos los pacientes. Debe haber coincidencia entre el grupo sanguíneo y el tipo de tejido del donante y del paciente. Las posibilidades de una buena compatibilidad son mayores entre los miembros de la familia.
Es importante para tal llamada que alguien lo haya pensado detenida y cuidadosamente. “Algunas personas se sienten incómodas con esto. Prefieren no publicar información personal en Internet”, dice la Kidney Foundation. “Otros disfrutan actuando ellos mismos y pudiendo llegar a tanta gente”.