La demanda de árboles reales está disminuyendo año tras año. La sostenibilidad juega un papel en esto, pero también el lado práctico. “Hemos mirado la demanda de nuestros clientes, y claramente se nota una evolución”, explica Ikea a ‘Het Nieuwsblad’.
“El interés de nuestros clientes en las alternativas se ha vuelto mucho mayor”, se lee. Luego se trata de árboles artificiales y otras decoraciones navideñas, porque todavía están ampliamente disponibles en la cadena.