BERLÍN (Reuters) – En vista de la dependencia de Alemania del gasoducto ruso, el Bundestag ha aprobado regulaciones para acelerar la construcción de terminales de gas licuado.
El jueves por la noche, el parlamento votó con los votos de la coalición y también de la Unión el proyecto, que tiene como objetivo facilitar significativamente las importaciones de gas licuado de los EE. UU. o la Península Arábiga. Para ello se prevén intervenciones en los procesos habituales de aprobación. La construcción de las terminales y la conexión a la red de gasoductos debería estar asociada con requisitos significativamente más bajos, que se basan en los estándares mínimos de la UE. Ya no es necesaria una evaluación de impacto ambiental para las llamadas terminales flotantes, por ejemplo. Tras la esperada aprobación en el Consejo Federal el viernes, la ley puede entrar en vigor.
El procedimiento se justifica por la situación excepcional en Alemania ante una posible interrupción de las entregas de gas por tubería desde Rusia. “Tal escasez de gas debe evitarse con todos los esfuerzos”, dice la justificación en la ley. “Como resultado, los servicios públicos y el suministro de energía para los ciudadanos de la República Federal de Alemania ya no podrían garantizarse”.
En Wilhelmshaven ya se ha dado el simbólico primer golpe de embestida para la construcción de una terminal. Con la ayuda de la ley, el primer gas líquido ya debería descargarse allí en invierno. Se planea una terminal flotante similar para Brunsbttel. Se utiliza con la ayuda de un recipiente especial que convierte el combustible líquido de nuevo en estado gaseoso para que pueda alimentarse a las tuberías. También está prevista una terminal permanente en Brunsbttel, pero su construcción llevará varios años.
Hasta ahora, Alemania no ha tenido ninguna terminal de gas licuado, y las de los países vecinos ya están funcionando a plena capacidad. Alemania actualmente importa alrededor del 35 por ciento de sus necesidades de gas de Rusia. A pesar de las importaciones planificadas de GNL, el gobierno espera seguir dependiendo del gas ruso hasta 2024.