El técnico del Leipzig, Marco Rose, fue expulsado del terreno de juego en la victoria ante el Bayer Leverkusen. Después del partido, sin embargo, respondió con perspicacia y humor.
Sorprendentemente, el entrenador del RB Leipzig, Marco Rose, reaccionó con humor y perspicacia a su tarjeta amarilla-roja en la victoria por 3-2 ante el doble ganador Bayer Leverkusen. “Tengo que decir que creo que es bueno. Creo que es realmente bueno y correcto porque todos podemos usar el balonmano como modelo a seguir”, dijo Rose.
“Queremos quejarnos menos, hablar menos y jugar más al fútbol”, continuó Rose: “Y por eso el árbitro reaccionó hoy absolutamente de acuerdo con las reglas”. Rose también destacó que el árbitro Matthias Jöllenbeck “naturalmente puso el listón muy alto para situaciones posteriores. No insulté a nadie, me emocioné un poco”.
Tras una supuesta falta de Jonathan Tah sobre el delantero del RB Lois Openda, Jöllenbeck no pitó. Rose dijo entonces “cinco veces” que se trataba de una falta, según él mismo informó. Después de la primera tarjeta amarilla, se limitó a decir: “Entonces hablemos”, a lo que siguió la segunda tarjeta. “Pero fue demasiado emotivo”, concluyó Rose.
Rose ahora estará suspendida de la banca para la próxima jornada contra el Union Berlin. Ya se había perdido un partido la temporada pasada tras recibir cuatro tarjetas amarillas.
“Me reuní con los árbitros en el hotel esta tarde y les dije que podían confiar en que eso no me sucedería a mí esta temporada”, dijo Rose con una sonrisa: “Primero tengo que acostumbrarme a las nuevas consecuencias”.