La estrella de Roncadelle es una medalla que culmina mil dificultades: los problemas personales, el cambio de categoría, el coraje de salir
Alice llora, mientras detrás de ella los compañeros de la selección nacional se vuelven locos. Había intentado por todos los medios luchar contra las lágrimas, pero entonces llegó ella, la Medalla. No cualquiera, la dorada, la gloria de Olimpia. Y en ese momento, mientras la Tricolor se levantaba y el himno de Mameli calentaba el Campo de Marte de París, las lágrimas ya habían comenzado a correr, cerrando un amplio círculo, hecho de caídas, subidas y finalmente pura alegría.