En vista del informe presentado recientemente por el Comité de Expertos y las consultas en curso sobre la nueva Ley de Protección contra Infecciones, el BTE pide a los políticos que se abstengan de tomar medidas corona inapropiadas y científicamente difícilmente justificables en el futuro. Después de todo, más de dos años después del inicio de la pandemia, no hay evidencia alguna de que haya un mayor riesgo de infección para los clientes en el comercio no alimentario. Así que el cierre de las tiendas de textiles, calzado y artículos de cuero en 2020 y 2021 fue epidemiológicamente inútil y arbitrario. “Además, hoy existen serias dudas sobre si las restricciones de acceso para el comercio estacionario son constitucionales en vista de la situación incierta de los datos científicos”, afirma el gerente general de BTE, Rolf Pangels.
La cuestión de la apertura es vital para toda la industria del vestuario. Después de todo, las tiendas estacionarias de textiles, calzado y marroquinería fueron, con mucho, las que más sufrieron las medidas coercitivas, ya que los clientes no suelen compensar las compras de moda de temporada. “Y debido al mal estado de ánimo actual de los consumidores, las ventas en la primera mitad del año a menudo todavía están muy por debajo del nivel anterior al coronavirus”, informa el gerente general de BTE.
Además, tras más de dos años de pandemia, que según los cálculos del BTE supuso una pérdida total de ventas de unos 15.000 millones, las reservas de muchos empresarios se han agotado y las ayudas estatales han sido muchas veces insuficientes. “Miles de tiendas estacionarias de textiles, calzado y artículos de cuero no podrán, por lo tanto, hacer frente económicamente a las nuevas y graves restricciones de acceso de la corona o incluso a los bloqueos”, predice Pangels.
Pangels apela a los políticos: “Queremos mantener nuestras tiendas abiertas y no utilizar a nuestros empleados motivados y calificados para controles de acceso cuestionables. ¡Hagamos nuestro trabajo! Este país se enfrenta a la peor crisis económica y sociopolítica desde la reunificación. En esta situación, las restricciones de ventas o el cierre de negocios que cuestan miles de millones y, por lo tanto, ya no son económicamente viables, ¡no pueden ser medios adecuados!”